Se cumplen 11 años de la llegada al Panteón Nacional de los restos simbólicos de la heroína Manuela Sáenz
«Hace 11 años llegó Manuela Sáenz al Panteón Nacional, y junto a ella, un ejército de mujeres olvidadas en la historia», recordó este lunes el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, a través de un mensaje en sus redes sociales.
En este sentido, refirió que la Generala de Ayacucho significa para las y los bolivarianos, el amor, la ternura y la lealtad hacia la causa de la libertad de la Patria Grande.
El 5 de julio de 2010, durante la conmemoración del 199° aniversario de la firma del Acta de Independencia de Venezuela, el Comandante Hugo Chávez ingresó en el Panteón Nacional los restos simbólicos de Manuela un cofre que contiene tierra de la localidad peruana de Paita, donde fue enterrada esta mujer latinoamericana, ejemplo de lucha y valor.
Manuela Sáenz, nació el 27 de diciembre de 1797 y destacó por su valentía y compromiso por la libertad de América. Combatió en la Batalla de Pichincha, en la que recibió el grado de teniente de húsares del Ejército Libertador.
Igualmente, luchó en Ayacucho bajo las órdenes del mariscal Antonio José de Sucre, quien le sugirió a Bolívar su ascenso a coronela, rango que le fue concedido.
Después del fallecimiento de Bolívar, Francisco de Paula Santander desterró a “Manuelita” de Colombia, por lo cual tuvo de marchar exiliada a Jamaica. Regresó a Ecuador en 1835, pero su pasaporte fue revocado, por lo cual decidió instalarse en el pueblo de Paita, al norte del Perú.
Falleció el 23 de noviembre de 1856, en Paita, Perú, durante una epidemia de difteria que azotó la región. Su cuerpo fue sepultado en una fosa común del cementerio local y sus posesiones fueron incineradas, incluyendo una parte importante de las cartas de amor de Bolívar y documentos de la Gran Colombia que aún mantenía bajo su custodia, refiere la historia.
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