ADN del pulpo Turquet da pistas sobre el último colapso de la Antártida

En el mar que rodea la Antártida, unos pequeños cefalópodos llamados pulpos de Turquet, se arrastran por el fondo oceánico desde hace unos cuatro millones de años. Estos animales, de unos 15 centímetros de largo, pueden pasar bastante desapercibidas, pero un estudio publicado en Science indica que el ADN de estos animales puede ayudar a determinar cuándo colapsó por última vez la capa de hielo de la Antártida Occidental (WAIS, por sus siglas en inglés).

El colapso total de la WAIS tendría consecuencias devastadoras, que se podría traducir en un aumento del nivel medio global del mar entre tres y cinco metros. En los últimos años, el calentamiento global de los océanos, provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero de la quema de combustibles fósiles, ha dejado la capa de hielo en una situación cada vez más precaria.

Según un estudio de modelización publicado en Nature Climate Change, incluso en el mejor de los casos, el deshielo es inevitable. Pero conocer mejor su pasado podría servir para comprender lo que está por venir.

En el estudio, los científicos secuenciaron el ADN de 96 pulpos Turquet de todo el continente, capturados accidentalmente por pescadores o guardados en colecciones de museos. Aunque el espécimen más antiguo era de la década de 1990, el análisis genético podría proporcionar una visión de millones de años atrás, en el árbol genealógico del pulpo.

El análisis genético reveló que los pulpos del mar de Weddell y del mar de Ross, se cruzaron hace unos 54 mil y 139 mil años, durante un periodo conocido como el Último Interglaciar, una conclusión que coincidía con las sospechas de los científicos de que se había producido un colapso durante ese tiempo. Aunque todavía no está claro cuándo se derritió el WAIS ni cuánto tardó, los científicos afirman que el estudio es una dura advertencia para el planeta.

Fuente: Sinc

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