Agujero negro supermasivo desafía teorías científicas

El agujero negro supermasivo 1ES 192+654 representa un enigma para un grupo de astrónomos, debido a la desaparición temporal de su corona y un aumento descomunal en la frecuencia de los destellos de rayos X, comportamientos sin precedentes en la ciencia espacial. Desde 2011, los científicos observan a este objeto astronómico, ubicado a 100 millones de años luz de distancia; a partir de 2018, la corona del agujero negro desapareció y emergió nuevamente meses después.

Asimismo, el observatorio espacial de rayos X de la Agencia Espacial Europea (ESA), XMM-Newton, detectó que el agujero negro producía rayos X en intervalos de 18 minutos, pero ahora se redujeron a siete. Para los astrónomos, el comportamiento de este agujero negro desafía la idea de que la materia siempre cae en este tipo de objetos y apunta a una posible fuente de ondas gravitacionales.

Aunque plantean una serie de hipótesis para explicar los destellos, consideran que la mayor probabilidad radica en una enana blanca giratoria, un núcleo extremadamente compacto de una estrella fallecida; que orbita alrededor del agujero negro y se acerca a su horizonte de sucesos, el límite donde el cual ningún objeto astronómico puede escapar a la atracción de la gravedad.

¿Una enana blanca que se resiste a ser engullida?

Si la fuente de estas irregularidades se trata de una enana blanca, el astro expone un equilibrio excepcional, al acercarse al borde del agujero negro sin caer dentro de este. «Este sería el objeto más cercano que conocemos en torno a un agujero negro», afirmó la directora del estudio, Megan Masterson, quien trabaja como física del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Estados Unidos.

«Esto nos dice que objetos como las enanas blancas pueden ser capaces de vivir muy cerca de un horizonte de sucesos durante un periodo de tiempo relativamente prolongado», añadió. Los astrónomos consideran que el XMM-Newton demuestra que los agujeros negros devoran la materia de formas más complejas de lo que la ciencia consideraba en un principio.

El equipo presentará sus hallazgos el próximo 20 de enero en la 245.ª reunión de la Sociedad Astronómica Americana en National Harbor, EE.UU. ; y publicarán los resultados en la revista Nature. En la próxima década, la ESA lanzará la Antena Espacial de Interferómetro Láser (LISA), diseñada para detectar ondas gravitacionales exactamente en el rango de frecuencias que emite 1ES 1927+654, lo que permitirá aclarar la incógnita sobre el astro. 

Fuente: SINC

VTV/DC/DS