Altas temperaturas en los polos indican un llamado urgente a controlar calentamiento global
Las temperaturas récord en el Ártico y en el Antártico, unidas al desprendimiento de la plataforma Conger de 1.200 kilómetros cuadrados el 15 de marzo en la Antártida oriental, son una seria llamada a priorizar las medidas para proteger el clima.
Este hecho nunca había sucedido. Es una advertencia que debería poner en alerta a los políticos y decisores para, de una vez, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y tomar medidas de adaptación de una vez por todas.
La ola de calor de la segunda semana de marzo tanto en el Ártico como en la Antártida llegó a ser de hasta 40° C por encima de lo habitual para esta época del año
En Groenlandia, las anomalías alcanzaron los 10º C por encima de la media, y en la región Ártica llegaron hasta los 30º C por encima de los valores usuales. La disminución del albedo hace que aumente la radiación y, como consecuencias, las temperaturas.
En el Ártico, esta subida de temperaturas continuada, unida al aumento de olas de calor registrado, está relacionada con el deshielo del permafrost que aumentará las emisiones de metano y puede desencadenar uno de los temidos puntos de no retorno.
En la Antártida, en la base de Concordia, situada a 75 grados sur de latitud, se registraron 40 grados de temperatura por encima de la media. Si por esas fechas lo común son unos -55 ºC, el pasado 18 de marzo los termómetros marcaron -12 ºC. Si este aumento de temperaturas sucede de manera continuada, produce una fusión masiva del hielo que aumentará la cantidad de agua en el océano y, en consecuencia, un aumento del nivel del mar.
Así como en Ártico no existe ninguna duda sobre el proceso, en la Antártida sí ha habido polémica entre la comunidad científica sobre el aumento o disminución de las masas de hielo, si bien las últimas investigaciones publicadas en Nature entre 1992 y 2017 están concluyendo que a largo plazo existe una diminución del hielo.
La Antártida perdió 2.720 ± 1.390 mil millones de toneladas de hielo entre 1992 y 2017, lo que corresponde a un aumento del nivel medio del mar de 7,6 ± 3,9 milímetros. El desprendimiento citado de la plataforma de hielo coincide con el hecho de que la extensión diaria de hielo marino en la Antártida mostró su nivel más bajo desde que hay registros para el mes de febrero de 2022. Se encontrarían por debajo de los 2 millones de kilómetros cuadrados, según cita la Oficina Meteorológica de Australia.
Efectos cascada en otras partes del planeta
La consecuencia de que se desestabilice el clima en las zonas polares puede ser un efecto dominó de cambios a escala planetaria. Esto puede generar un cambio climático abrupto, ya que estas regiones tienen un papel crítico en la regulación al sistema climático global, así como respecto al nivel del mar.
Los eventos meteorológicos extremos son pruebas del calentamiento global y como este puede originar cambios irreversibles. Si se mantiene en el tiempo el aumento de las temperaturas detectadas en los polos, cambiará la circulación de las masas de aire y tendrá repercusiones en latitudes medias.
VTV/CC/ADN
Fuente: SINC