Análisis en ratones revela beneficios y desventajas del ayuno
Un análisis investigativo del Instituto de Tecnología de Massachusetts, (MIT, por sus siglas en inglés) señaló que el ayuno incentiva a las células madre intestinales a regenerarse y sanar lesiones, pero también aumenta el riesgo de cáncer, según los resultados arrojados por su estudio en ratones, aún así, es necesario estudiar este planteamiento en humanos. El estudio fue publicado en la revista Nature.

El mecanismo de esta regeneración mejorada, la cual se activa una vez que los ratones comienzan a «realimentarse» después del ayuno. Por otro lado, también encontraron un inconveniente en esta regeneración, cuando ocurren mutaciones cancerígenas durante este período, los ratones son más propensos a desarrollar tumores intestinales en etapas tempranas.
«Tener más actividad de células madre es beneficioso para la regeneración, pero un exceso a lo largo del tiempo puede tener consecuencias menos favorables«, expresó el autor principal del trabajo, Omer Yilmaz, adscrito al Instituto Koch para la Investigación Integrativa del Cáncer del MIT.
La regeneración en la realimentación
En este otro trabajo reciente, en el que han probado los efectos de 24 horas de ayuno seguidas de un día o tres días de realimentación, los investigadores encontraron que la regeneración de las células madre se suprime durante el ayuno, pero luego se incrementa durante el período de realimentación.
«También utilizamos un modelo iterativo de ayuno-realimentación en el que seguimos el mismo principio de 24 horas de ayuno seguidas de 24 horas de realimentación durante 10 ciclos (ayuno intermitente)», apuntan.
De esta forma crearon tres grupos de ratones: uno que ayunó durante 24 horas, otro que ayunó durante 24 horas y luego se les permitió comer lo que quisieran durante un período de realimentación de 24 horas y un grupo de control que comió lo que quiso durante todo el experimento.
Los investigadores analizaron la capacidad de proliferación de las células madre intestinales en diferentes momentos, y descubrieron que muestran los niveles más altos de crecimiento al final del período de realimentación de 24 horas. Estas células también se incrementaron más que las células madre intestinales de los ratones que no habían ayunado en absoluto. Las células madre mostraron los niveles más altos de proliferación al final del período de realimentación diario.
«Creemos que el ayuno y la realimentación representan dos estados distintos», declaró el coautor del estudio, Shinya Imada. «En el estado de ayuno, la capacidad de las células para usar lípidos y ácidos grasos como fuente de energía les permite sobrevivir cuando los nutrientes son escasos», explica Imada.
«Después, es el estado de realimentación posterior al ayuno lo que realmente impulsa la regeneración. Cuando los nutrientes están disponibles, estas células madre y células progenitoras activan programas que les permiten construir masa celular y repoblar el revestimiento intestinal», termina de exponer el científico.
Regulación del ARN
Estudios adicionales revelaron que estas células activan una vía de señalización celular conocida como mTOR, que está involucrada en el crecimiento y metabolismo celular. Una de las funciones de mTOR es regular la traducción del ARN mensajero en proteínas, por lo que, cuando se activa, las células producen más proteínas. Esta síntesis de proteínas es esencial para que las células madre proliferen.
Los investigadores demostraron que la activación de mTOR en estas células madre también condujo a la producción de grandes cantidades de poliaminas, pequeñas moléculas que ayudan a las células a crecer y dividirse.
«En el estado de realimentación, hay más proliferación y se necesita construir masa celular. Eso requiere más proteínas para construir nuevas células, y esas células madre pasan a formar más células diferenciadas o tipos de células intestinales especializadas que recubren el intestino», declaró el coautor del estudio, Saleh Khawaled.
Las células madre
Los investigadores también encontraron que cuando las células madre están en este estado altamente regenerativo, son más propensas a volverse cancerosas. En el caso de las intestinales, están entre las células que más se dividen en el cuerpo, ya que ayudan a que el revestimiento del intestino se renueve completamente cada cinco a diez días. Debido a que se dividen tan frecuentemente, estas células madre son la fuente más común de células precancerosas en el intestino.
En este estudio, los investigadores descubrieron que, si activaban un gen cancerígeno en los ratones durante la etapa de realimentación, tenían mayores probabilidades de desarrollar pólipos precancerosos que si el gen se activaba durante el estado de ayuno.
Las mutaciones vinculadas al cáncer que ocurrieron durante el estado de realimentación también fueron más propensas a producir pólipos, en comparación a las mutaciones suscitadas en ratones que no se sometieron al ciclo de ayuno y realimentación.
Importancia del estudio en humanos
«Quiero enfatizar que todo esto se realizó en ratones, utilizando mutaciones cancerígenas muy bien definidas. En humanos será un estado mucho más complejo«, expresó Yilmaz.
«Pero esto nos lleva a la siguiente idea: el ayuno es muy saludable, pero si tienes mala suerte y estás realimentándote después de un ayuno, y te expones a un mutágeno, como un filete carbonizado o algo similar, podrías aumentar tus posibilidades de desarrollar una lesión que pueda dar lugar a cáncer«.
«Al igual que en la alimentación normal, la exposición a mutágenos durante el período de realimentación, como productos químicos, radiación o agentes infecciosos, podría aumentar el riesgo de mutaciones cancerígenas”, matizan los investigadores.
Fuente: SINC
VTV/DC/EMPG