Ataques aéreos de EE. UU. contra un puerto petrolero en Yemen dejan al menos 74 fallecidos

En Yemen, un bombardeo perpetrado por Estados Unidos (EE. UU.) en la noche contra el puerto petrolero de Ras Issa, en la provincia de Hodeida, ha causado al menos 74 fallecidos y 171 heridos, según denuncian medios vinculados con los hutíes. El Comando Central de Estados Unidos (Centcom) confirma el ataque en un comunicado y acusa a los rebeldes de beneficiarse económica y militarmente de las instalaciones del puerto para vender combustible y financiar sus operaciones. Los hutíes acusan a EE. UU. de incurrir en un “crimen de guerra” por el bombardeo.

«17 obreros y empleados (del puerto) fallecieron y decenas resultaron heridos; es el primer balance de la agresión estadounidense al puerto petrolero de Ras Isaa», informó la Media Luna Roja, según una alerta retransmitida por la televisión Al Masirah, portavoz de los hutíes.

Integrantes de la Defensa Civil y equipos de rescate trabajan para extinguir el incendio en las instalaciones de Ras Issa y rescatar a los heridos, agregó el medio sin aportar más detalles.

El Comando Central de Estados Unidos (Centcom) aseguró, en un comunicado, que destruyó el puerto de combustible de Ras Issa, controlado por los insurgentes, a quienes acusan de beneficiarse económica y militarmente de estas instalaciones para vender combustible y financiar sus operaciones.

Ese puerto, junto con los de Al Hudeidah y Salif, recibe alrededor del 70 % de todas las importaciones y el 80 % de la ayuda humanitaria que entra al Yemen, según la ONU, mientras que EE. UU. y otros países denuncian que es utilizado por los hutíes para importar y exportar petróleo de forma ilícita.

«Las ganancias de estas ventas ilegales financian y sostienen directamente las actividades terroristas de los hutíes», sostuvo el Centcom, además de afirmar que «las fuerzas estadounidenses tomaron medidas para eliminar esta fuente de combustible» para los insurgentes «y privarlos de ingresos ilegales que han financiado sus esfuerzos para aterrorizar a toda la región durante más de 10 años».

Estados Unidos, por orden del presidente Donald Trump, inició el pasado 15 de marzo una campaña intensiva de bombardeos contra posiciones de los hutíes en el Yemen, con el objetivo de minar las capacidades militares de los rebeldes y prevenir más ataques contra la navegación comercial en el Mar Rojo.

Sin embargo, los insurgentes han respondido con ataques contra buques de guerra de EE. UU. e Israel, mientras que han denunciado que alrededor de un centenar de personas han perdido la vida por los nuevos bombardeos estadounidenses.

Fuente: Medios Internacionales

VTV/DR/DS