Boric y la digestión de derecha, por Freddy Fernández

Gabriel Boric ha sido obligado a dedicar varias frases a demostrar que no es chavista. Sabemos que no lo es. No es necesario que lo aclare. Además, se le nota desde lejos que no es chavista. No puede serlo y nosotros no aspiramos a que lo sea.

No es su culpa. Esta necesidad de aclaraciones ideológicas que no aclaran ni se corresponden con el debate político chileno, es culpa de la inercia y la flojera intelectual de periodistas que lamentablemente tienen destaque y que, en lugar de enriquecer la información, se dedican a arrojar la misma concha de cambur que le ponen a todos los nuevos rostros de la política: la valoración sobre la Revolución Bolivariana.

Claro que no usan esa denominación en su trampa. Preguntan directamente por Nicolás Maduro, sin llamarle Presidente, para así sumar desde el inicio los resultados de la intensa campaña mundial que emprendió EE.UU. para agredir al pueblo venezolano y a su rebelde espíritu de independencia.

Si la respuesta fuera evasiva, el entrevistado se convertirá en interpelado.

Deberá soportar una campaña de varios meses en su contra. Si dijera que Venezuela tiene derecho a defender su independencia y soberanía, la campaña ya lo tildará de cómplice de las supuestas violaciones de derechos humanos que han reportado las ONG pagadas por EE.UU.

Ese periodismo solo se sentirá temporalmente desarmado si la persona entrevistada habla mal de la experiencia venezolana. Un fracaso, dice Boric, probado por la diáspora. Un fracaso como el chino, el griego, el húngaro, el español, el mexicano, el hondureño, el dominicano, el salvadoreño, el colombiano y tantos otros países, seguramente todos chavistas.

Hugo Chávez en ocasiones se definió como allendista. Desde la perspectiva chilena imagino que puede discutirse el alcance de tal definición, pero desde la óptica chavista es totalmente comprensible nuestra necesidad de valorar todas las experiencias de lucha democrática y progresista de los pueblos del mundo y, en especial, de nuestro continente. Ser allendista es apoyar un ideal socialista libertario de un Chile irredento.

A Boric le deseo todo el éxito, pero debe recordar que la derecha no perdona a quien no es de derecha, aunque no sea chavista. Quienes quisieron ser aceptados por la derecha y se olvidaron de sus pueblos, no importa cuán coquetos hayan sido con la derecha, la derecha los tragó o los vomitó, sin digerirlos nunca.

Freddy Fernández / @filoyborde / Encargado de Negocios de Venezuela en Grecia

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