Sin Carángano no hay Llora en Aragua

Arraigada en Zuata, población ubicada entre La Victoria y San Mateo, en el estado Aragua, todos los 02 de noviembre de cada año, se realiza la Fiesta de La Llora; manifestación en la que convergen las raíces indígenas, africanas y españolas, que dejaron una hermosa tradición que celebra el Día de los Muertos, y que se ha mantenido de generación en generación.

En entrevista exclusiva para Multimedios VTV, la coordinadora general del Colectivo La Llora, Fanny Morillo, explicó que existen vestigios de que los orígenes de esta tradición datan de los años 1600; pero en 1980, el Grupo Vera, junto a su agrupación dancística la reactivaron, logrando así que los pobladores de Zuata y La Victoria la perpetúen en el tiempo, para lo cual se creó en el municipio Ribas, el Gran Consejo Comunitario Patrimonial de La Llora, integrada por 36 agrupaciones, instituciones e individualidades.

Desde el Museo Casa Mariño, la cultora mencionó que, en La Victoria, esta se manifiesta como una proyección cultural en las diferentes comunidades y escuelas de las parroquias del municipio José Félix Ribas.

Resaltó la defensora de la tradición, que La Llora de Zuata es la Patrimonial que cuenta con expediente y ficha etnográfica en el Instituto de Patrimonio Cultura Venezolano, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

La Llora es un ritual de índole religioso, específicamente funerario; un culto a la naturaleza y una burla o reclamo por la cultura impuesta por los españoles. No se puede afirmar la ubicación geográfica originaria de La Llora, pues para la época prehispánica, los rituales en honor a “Huma” o Madre Naturaleza eran comunes entre las culturas de la región Carihuaná. 

Inicialmente, esta manifestación estuvo arraigada en San Mateo, Turmero, El Consejo, Cagua y Villa de Cura; además de La Victoria y Zuata, donde aún se conserva y es una expresión masiva de carácter popular y tradicional. Además, a los bailadores de esta tradición se les llama llorones.

Sones

La versión original de La Llora cuenta con seis sones integrados por La Sambainina, donde las parejas bailan dando vueltas por el círculo, valseando como el joropo. Esta es la entrada del baile. 

 

 

 

Luego, viene La Vaca, aquí bailan dando vueltas y la mujer enviste con la cabeza al hombre que torea haciendo pases con las manos, esta parte es tomada como protesta y burla contra el toreo español.

 

 

En el Oso, la pareja va uno al lado del otro bailando despacio, balanceándose con los brazos medios doblados y las manos pendientes, imitando el baile del oso.  Aquí se mimetiza al caminar flojo y pesado de este animal.

 

 

El Aguacerito de Dios, es la parte instrumental del baile donde las parejas se sientan en círculo aplaudiendo y en donde se le ofrece aguardiente al hombre. Es un descanso para iniciar una de las partes más fuertes de la danza. Incluida por el grupo Vera como un descanso y que la población de Zuata asume como suyo. Es también un descanso y una protesta contra la religión impuesta por los españoles.

 

 

 

La Chispa es una de las partes más jocosas del baile. Aquí el hombre simula estar borracho y la mujer tiene que llevarlo, agarrándolo por la cintura para que no se caiga.

 

 

En San Juan y La Magdalena, el hombre va detrás de la mujer con las manos en alto de la cabeza de su pareja y la mujer con las manos juntas, como si fuera una virgen, bailan moviéndose suavemente.

 

 

 

En el Palito a Palo, la mujer toma al hombre por la cintura y el hombre por el cuello a la mujer. Tiene características de verdadera batalla como danza de guerra, ya que las parejas se cruzan tratando de tumbarse por medio de una zancadilla y las mujeres tratan de sostener al hombre para que no caiga. El orgullo del bailador de la Llora es no ser tumbado.

 

 

Vestuario

Respecto a la vestimenta de los llorones, Morillo explicó que respecto a los vestuarios, la bailadora, que tradicionalmente participa en la manifestación, utiliza una flor multicolor, preferiblemente cayena o natural, blusa blanca, mangas ¾ con faralao en la manga y al frente, pañuelo rojo, falda floreada al tobillo, alpargatas negras sin adornos.

Por su parte, los bailadores usan sombrero de cogollo, camisa blanca, pantalón blanco o beige, pañuelo rojo, alpargatas negras sin adornos.

Instrumentos musicales

Durante la entrevista, el coordinador Musical William Roche, mencionó que, junto a las maracas, el tambor, el cuatro y el bajo (instrumento que recién se incorporó) se encuentra el Carángano, que es un instrumento de percusión africano, específicamente de El Congo, rudimentario que solo se utiliza en Aragua y que marca la diferencia de las demás manifestaciones. Es una caja rectangular con cuatro patas, un hueco en el centro y cuatro cuerdas de alambre. Es tocado por dos palitos llamados laureles y una vejiga inflada con granos o piedras que puede ser sustituida, en estos tiempos, por una tapara o camaza “sin Carángano, no hay Llora”.

“Cuando llegaron aquí los negros, lo hicieron compartir junto con el tambor. Pero ha sufrido transformaciones, al principio era una hoja de palma que se le empleaban cuerdas de vísceras de animales, frotaban en ella la vejiga del mismo animal que le sacaban las cuerdas, lo llenaban de semillas y produce un sonido particular”, explicó el vocero del colectivo. 

Resaltó el cultor que, con el transcurrir del tiempo, en Aragua se construye un carángano más moderno, se trata de una caja sonora de madera donde también, a principio de los años 80, se cambian las cuerdas de viscera de animales por nylon o alambre dulce, «porque ya era difícil de conseguir las cuerdas o botones de animales, pero sigue siendo la misma característica que la tocan dos personas: una que toca el laure y el otro que frota encima de las cuerdas tocadas, bien sea una camaza, una tapara o una vejiga con semillas, produce un sonido muy particular y está catalogado como un instrumento de percusión». 

Por su parte, la Marimbola, es un instrumento que cuenta con una serie de placas de metal, adheridas a una caja de resonancia que, al tocarlas, producen sonido. Además, la música posee tres vertientes o ritmos musicales característicos como el Golpe, el Joropo Valseao y el Merengue.

Patio de Llora

 

Respecto a la escenografía, se utiliza Mollón o jarrón de arcilla, una mata de cambur o plátano; un círculo o cerca de bambú (simulados actualmente con tubos pvc pintados) alrededor de la mata de cambur donde los músicos, bailadores y bailadoras interpretarán la tradición.

 

 

Patio del sancocho

Es donde se reúne el pueblo para preparar el sancocho comunitario. Aquí la población de Zuata en pleno se reúne tanto como para preparar el sancocho como para comer la sopa, que es el resultado de los aportes de las cosechas de los conucos de cada una de las familias de la población.

 

Formación

 

Esta manifestación tradicional es la única en Latinoamérica que cuenta con un Plan de Salvaguarda con 24 Encuentros Interescolares parroquiales, siendo el de mayor tiempo de ejecución el de Zuata y donde los niños integrantes de estas instituciones muestran su manifestación; además, se realiza un desfile donde se hacen carrozas, donde se incorporan los entes del Estado y las comunidades.  

 

Al respecto, el maestro bailador Jhon Goyo destacó que La Llora, como manifestación, ha sido muy importante el trabajo que se ha venido realizando en las instituciones educativas del municipio José Félix Ribas, donde se estuvo haciendo una labor con 24 interescolares, “hoy en día, se han integrado las parroquias, por lo que se realizan cinco interescolares parroquiales educativos y dos comunitarios, lo cual ha sido muy significativo para nuestros niños, tanto en educación inicial y educación especial”.

Explicó que gracias a esta manifestación los maestros han tenido la oportunidad de crear estrategias pedagógicas, “sobre todo en educación especial ha sido muy interesante ver a nuestros jóvenes, niños y niñas con discapacidad visual y con discapacidad motora, trabajando con La Llora. Es decir, los avances son mucho hoy en día, de hecho en las escuelas, las maestras, los directores esperan la llegada de los cultores, desde el primero de septiembre, para que desarrollemos lo que es la pedagogía dentro de las instituciones”.

El también docente, señaló que respecto a la educación inicial se ha trabajado mucho con la conectividad y las manifestaciones circulares muy importantes para el desarrollo del infante.

El colectivo de La Llora, durante todo el año, realiza talleres y cursos en las diversas instituciones educativas de Aragua.

La Llora es una genuina expresión de la música y danza tradicional venezolana, que tiene su epicentro en la plaza Bolívar de la parroquia Zuata, donde se reúnen bailadores y bailadoras de todo el país e invitados internacionales que danzan hasta la media noche del 2 de noviembre, para agradecer por las cosechas.

VTV/LAV/GT/FB