Carnaval de El Callao: Pilar de una tradición tricentenaria en Venezuela
El Carnaval de El Callao es una manifestación centenaria que se celebra en el estado Bolívar desde el año 1856, cuando los afrodescendientes celebraban con sus amigos y familiares las fiestas al ritmo de El Calipso, motivo por el cual en 2016 fue declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
Para realizar una remembranza de las festividades se entrevistó al cultor y presidente de la Fundación de Ferias y Carnavales Isadora Agnes, Carlos London, quien rememoró cómo la manifestación se practicaba en las Antillas y que llegó a Venezuela con los afrodescendientes traídos como mano de obra especializada para ejercer el trabajo minero.
“Nuestra gente que dio lugar a este pueblo vinieron de Martinica, Dominica, San Vicente, Santa Lucía, Granada, Guadalupe y otros lugares de las Antillas por su conocimiento, contextura y fortaleza para la eficiencia en la faena en los diferentes subterráneos de las minas”, explicó London.
Mencionó el cultor que los trabajadores fueron traídos por los colonos ingleses, quienes trasladaron primero a los hombres y luego a las mujeres. “Ellos también trajeron sus costumbres, su forma de vestir, la mayoría eran amas de llaves y especialistas en el arte culinario”.
Música antillana con sello venezolano
London explicó que el ritmo del Calipso callaoense, desde siempre, ha sido el género musical por excelencia de El Carnaval del Callao. Esta música tiene características propias donde el instrumento más relevante es el tambor. “Se utiliza una batería que consta de un tambor bajo, uno medio y uno de repique que se ejecuta con las manos”, manifestó.
También se utiliza un tambor más pequeño que se puede percutir con una mano y que le da ese carácter del Callao llamado Bum-Bac. “Todos los tambores son acompañados por una percusión menor como el rallo, el triángulo, la campana, el cencerro y el cuatro que se encarga de la parte melódica, como instrumentos originarios de la festividad”, dijo London.
Mencionó el músico que actualmente se le incorporó el bajo eléctrico, guitarra acústica, teclado y algunos grupos, instrumentos de viento–metal para enriquecer melódicamente el género musical.
En cuanto a la interpretación, realizada por solistas y coros, son cantos de trabajo con estrofas representativas del testimonio vivo de mezclas de diferentes nacionalidades que aportaron sus costumbres a esa maravillosa tierra, llenándola del más rico mestizaje cantado en español, inglés y el patuá interpretados.
En El Callao existen 18 grupos musicales que se encargan de dar el ritmo y la alegría a los carnavales para el disfrute de propios y visitantes.
Patuá, idioma que se conserva
El patois, patuá o patwaes un idioma hablado en el área del Mar Caribe y con la llegada por la inmigración a El Callao, pasó a ser el idioma oficial de los callaoenses. “En la población se hablaba de manera fluida por más de 100 años en los que se oían a las madamas y los madamos hablando este idioma característico”, resaltó London.
El cultor explicó que, desde el 2005, se solicitó la institucionalización de este idioma para que los niños lo fortalezcan en El Callao. “Es una forma de comunicación muy bonita y nosotros queremos hacer siempre honor porque nuestros ancestros lo trajeron y lo practicaban acá”.
Los personajes ponen la fiesta
El carnaval de El Calipso cuenta con una serie de personajes que reflejan alegría, colorido, de la fascinante historia de la transculturización que existió en esas tierras bolivarenses.
Al hablar sobre las comparsas, London resaltó que Las Madamas son los personajes más representativos y respetados en estas festividades por su personalidad. “Este personaje representa la autoridad de la mujer debido a que en esa sociedad se practica el matriarcado por su forma de llevar y dirigir la casa, la gastronomía, además tenían escuelas de enseñanzas de inglés, francés y patuá, fue la forma de cuidar a sus familiares y aún conservamos ese corte afroantillano”, aseguró London.
El Calipso ha contado con gran cantidad de Madamas, pero las principales protagonistas que han logrado el reconocimiento han sido La negra Isidora, la maestra Lulu Asanta, Victoria London de Torrealba, Miguelina Conde e Iraima López. “Son las que hasta ahora conservan y cultivan el hecho de las madamas”, mencionó.
Las comparsas partieron de las casas de familia y poco a poco se hicieron más populares por lo que se agregaron otras personas. “Son un tesoro de la familia, pero quien quiera integrarse y hacer que crezcan, se trata de un grupo de personas que practican una manifestación”, declaró London.
Las principales familias que engalanan las calles de la población de El Callao para mantener la tradición de generación en generación son los Fernández, London, Briceño y Uguole.
Por su parte, el Medio Pinto, son unos personajes que se pintan de negro humo para facilitar su entrada a celebraciones que hacían los blancos a los dueños de las compañías “porque no les era permitido entrar por el estrato social, y a ellos les parecía gracioso, por eso los dejaban entrar”, mencionó London.
Su aparición dentro de las comparsas no tiene una fecha específica, pero su origen está centrado en el juego de carnaval en las Antillas. Su nombre se remonta a que antiguamente, a cambio de no pintar a la gente, le exigían un medio o te pinto; (0,25 de un bolívar), la frase se ha mantenido con el tiempo, pero la cantidad ha subido, este personaje es la parte jocosa y ocurrente del carnaval.
Con respecto a El Diablo, explicó que su función principal es ayudar a que los disfraces y las comparsas avancen, “allí radica su acción, podemos mencionar unos diablos muy famosos que son los hermanos Briceño, quienes son los más relevantes y conocidos”, refirió.
Otra de las comparsas más llamativas de la celebración es La Fantasía, que es de origen afroantillano. “Siempre han existido momentos que la gente toma modelos o influencias, de repente los materiales que se consiguen en el mercado son los que nos llegan más cerca por la frontera y puede ser que se compren esos porque es lo que está a la mano, de allí que se piense que tiene influencia brasilera”, aseguró London.
Finalmente, el cultor comentó que El Mamarracho, es un personaje que en la actualidad son pocos quienes lo practican, pero en la década de los 60 y 70 era común verlo, así como a la negrita que presenta una comparsa pequeña, pero que se realiza hace muchos años, comentó.
Con la declaratoria de El Carnaval de El Callao como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco, a partir del 2012 se han aprobado cinco expedientes para reconocer también a los Diablos Danzantes de Corpus Christi, La Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire, La tradición oral Mapoyo y sus referentes simbólicos en el territorio ancestral, el conocimiento y técnicas tradicionales vinculadas al cultivo y procesamiento de la curagua; así como a San Juan, los cantos de trabajo de los llanos de Venezuela y Colombia.
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