Casa de los Santos Inocentes de Caucagua en Miranda promueve formación comunitaria

El Instituto Autónomo de Bibliotecas e Información de Miranda, con el apoyo de la Secretaría de Cultura, desarrolló una jornada de formación comunitaria para los nuevos integrantes de la Parranda de los Santos Inocentes de Caucagua en los espacios de la Biblioteca Pública Adolfo Remigio Castillo.

Así lo dio a conocer Mariam Martínez, secretaria de Cultura del estado Miranda, quien dijo que se realizó la inducción a un grupo de 20 jóvenes que se suman, a partir de este año, como nuevos integrantes de los Bandos y Parrandas.

“Esta actividad forma parte de la programación diseñada por la directiva de la Casa, con la cual se busca afianzar lazos de identidad, reconocimiento y apreciación de las nuevas generaciones hacia los patrimonios culturales del municipio”, explicó Martínez.

De acuerdo a nota de prensa de la Gobernación Bolivariana del estado Miranda, en la actividad estuvieron presentes Abrahan Arestigueta, presidente de la Parranda de La Línea; Juan Manuel García, coordinador de los Núcleos de Saberes; Dayana Monges, jefa Territorial de Caucagua y José Ángel Ramírez, presidente de la Casa de los Santos Inocentes.

Señaló que en los próximos días se cumple un año de la entrega de la sede de la Casa de los Santos Inocentes de Caucagua y su directiva no ha dejado de promover iniciativas de formación que tributen a socializar conocimientos y valoración comunitaria en torno a esta expresión que tiene más de 200 años.

La Parranda de los Santos Inocentes es una expresión cultural que ha ido pasando de generación en generación, a través de la historia oral de sus protagonistas, y ya ha obtenido varios reconocimientos, entre ellos la declaratoria de Patrimonio Cultural del municipio Acevedo en el año 1989, la declaratoria de Patrimonio Cultural del estado Miranda en el año 2004 y en el año 2014, obtuvieron la declaratoria de Bien de Interés Cultural de la Nación, otorgado por el Instituto de Patrimonio y Diversidad Cultural, lo que demuestra su alto valor comunitario, histórico y cultural.

Está conformada por varios personajes que rememoran a los esclavizados que comenzaron los primeros bailes. Las actividades comienzan la noche del 27 de diciembre con la lectura de un manifiesto o el llamado Bando, parecido a los pergaminos que eran leídos en las comarcas y que tenían información suministrada por los reyes a sus súbditos.

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