César Tovar inagotable a tiempo completo

Han transcurrido más de 45 años de su último encuentro con los Yanquis de Nueva York en septiembre de 1976, y César Tovar conserva el récord como el único utility venezolano que ha intervenido en al menos 200 juegos en cinco posiciones diferentes, y está vigente como uno de los peloteros más versátiles en la historia de las Grandes Ligas: un pelotero inagotable a tiempo completo.

Quizás por eso despertó tanto entusiasmo en el ambiente local, finalizando la semana pasada, que se hiciera justicia al elevar al Salón de la Fama de los Mellizos de Minnesota al recordado pelotero caraqueño que desde 2011 aparecía entre los candidatos postulados y siempre lo dejaban en el círculo de espera.

Por los campos caraqueños

A la edad de 8 años comenzó Tovar a jugar pelota de manera formal. Entonces era asiduo visitante de un terreno donde “paraban partidas”, muy cerca de su residencia, en el barrio Los Cocuyos” de Los Rosales, donde hoy está el terminal de La Bandera.

Estudiaba primaria, ayudaba a la familia con su trabajo de limpiabotas y comenzaba con su primer equipo infantil, el Marista dirigido por el señor Pablo Sánchez.

En juvenil jugó Banco Obrero, a mediados de los años cincuenta y en las categorías de mayores actuó con el Intendencia Naval clase A y con el Cartografía Nacional AA.

Firma sin bono

Gabe Paul, gerente general de Cincinnati, llegó a Caracas a principios de 1959 para evaluar a Gustavo Gil, quien le causó tan buena impresión que le ofreció bonificación de 2 mil dólares, cifra muy atractiva en la época.

Como condición, Gil pidió que también reclutara a Tovar. Y Paul lo complació, aunque no hubo bono, solo el boleto aéreo para acudir a los entrenamientos. Y al mismo, tiempo, Pompeyo Davalillo y Oscar “Negro” lo firmaron para el Caracas por diez mil bolívares. Así comenzó su carrera de 26 temporadas en la pelota profesional venezolana, 16 de ellas con los melenudos, en las cuales formó una especial combinación con Víctor Davalillo.  CC/JML

Fuente: Líder