Científicas buscan vencer infradiagnóstico de enfermedades cardíacas en mujeres
Más de un tercio de las mujeres en el mundo mueren a causa de una enfermedad cardiovascular, según un informe publicado en The Lancet en 2021. A pesar de ello, “seguimos estando poco estudiadas, poco conocidas, poco diagnosticadas y tratadas”, señalaban las 17 expertas de 11 países que elaboraron el estudio.
Además, advertían: “Estamos infrarrepresentadas en los ensayos clínicos que se realizan sobre estas dolencias”. Un medio de comunicación digital conversó con tres científicas que trabajan en investigación básica, clínica e Inteligencia Artificial, con un mismo objetivo: acabar con el infradiagnóstico de cardiopatías en mujeres.
La investigación de Sara Cogliati del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC) centra en las mitocondrias, los orgánulos celulares responsables de suministrar energía a las células, y en cómo su funcionamiento difiere entre hombres y mujeres, lo cual determina una respuesta distinta durante la insuficiencia cardiaca. Su proyecto fue premiado a finales de 2019 por el programa For Women in Science L’Oréal-Unesco.
Según explica Cogliati, el proyecto se encuentra en sus primeras fases. “Hemos realizado experimentos en ratones para comprobar si, en efecto, las mitocondrias del corazón y el metabolismo presentan diferencias moleculares entre machos y hembras”. Nuestros resultados indican que la ausencia de hormonas sexuales femeninas altera la estructura de estos orgánulos, lo que afecta su función”.
Además, agregó: “Hemos observado que las hembras fértiles están mejor protegidas frente al daño cardiaco en comparación con los machos». Estos hallazgos respaldan la hipótesis de que el estrógeno tiene un efecto cardioprotector. «Ahora seguimos investigando cómo actúa esta hormona y cuáles son sus dianas moleculares”.
Por su parte, la cardióloga Leticia Fernández-Friera cuyas investigaciones se centran en el estudio de la aterosclerosis, con especial atención a la prevención de la enfermedad cardiovascular de la mujer y las técnicas de imagen no invasivas. En el 2021, lanzó junto a su equipo un proyecto denominado WAKE UP, acrónimo de Women´s health: an imAging-based cardiovascular risK-rEdUction Program. Según explica a SINC, “el objetivo de la iniciativa es promover la salud cardiovascular de la mujer y fomentar cambios apropiados en su estilo de vida”.
Para ello explicó que “utilizamos la tecnología de imagen no invasiva, una técnica sencilla y perfil inocuo, que se realiza también en el cribado del cáncer de mama y en las embarazadas”. La investigadora indica que la ecografía vascular para la detección de aterosclerosis en las arterias carótidas y femorales, “proporciona evidencia visual del propio estado de la salud arterial y, lo que es más importante, de la presencia de la placa de aterosclerosis”. Según Fernández-Friera, “esto resulta especialmente interesante para la concienciación de las participantes. Al poder ver directamente la placa de colesterol en sus arterias, seguramente tendrán más motivación para modificar sus hábitos”.
La evolución de WAKE UP “está yendo muy bien”, dice la experta, «contamos ya con 720 participantes, con posibilidad de ampliar la cifra”. Las voluntarias han de ser mujeres sin enfermedad cardiovascular con edades entre los 18 y 70 años. Y tener al menos un factor de riesgo, como diabetes, tabaquismo, colesterol alto, obesidad, sedentarismo, síndrome metabólico, preeclampsia, alimentación inadecuada, enfermedad autoinmune y familiares jóvenes con infarto, etc.
Investigadora en Living Matter Lab de Stanford
El trabajo de esta investigadora de ingeniería mecánica en la Universidad de Stanford (EE UU) se centra en la biomecánica y modelización computacional. En 2024, fue la primera autora de un estudio publicado en Frontiers in Physiology, que desarrolló un sistema de predicción de riesgo de enfermedades cardiovasculares en mujeres con técnicas de aprendizaje automático.
El equipo, que contó con la participación de investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos), utilizó estas herramientas de IA para mejorar los problemas de diagnóstico de enfermedades cardiovasculares en mujeres. En la actualidad, aún se sigue usando la puntuación de riesgo de Framingham para estimar la probabilidad de que una persona desarrolle una enfermedad cardiaca en los próximos 10 años. El sistema se basa en factores como la edad, el sexo, los niveles de colesterol y la tensión arterial.
En nuestro estudio utilizamos un amplio conjunto de datos para elaborar modelos de riesgo cardíaco más precisos utilizando IA de aprendizaje automático. Además, cuantificamos el infradiagnóstico de las mujeres en comparación con los hombres”, dice Skyler St. Pierre. Cuando los investigadores cuantificaron los problemas en el diagnóstico de mujeres en estas enfermedades, encontraron que el uso de criterios neutrales en cuanto al sexo conduce a una cifra mucho menor de las pacientes.
La investigadora indica que uno de los descubrimientos que hicieron fue que ellas “están infradiagnosticadas de bloqueo auriculoventricular de primer grado, que afecta a los latidos del corazón, y de miocardiopatía dilatada, una enfermedad del músculo cardíaco, que les afecta entre 1,4 y dos veces más que a los hombres”.
Fuente : Sinc
VTV/DR/CP