Científicos detectan aumento de trastornos por consumo de sedantes en EE. UU.
Un estudio realizado por expertos de la Universidad de Rutgers, Estados Unidos, detectó un marcado aumento desde 2001 de los diagnósticos de trastornos por consumo de sedantes, hipnóticos y ansiolíticos en adolescentes y adultos jóvenes. La investigación, publicada en la revista especializada Addiction, examinó los diagnósticos de estos trastornos en ese segmento poblacional entre los años 2001 y 2019.
Para los investigadores, esta tendencia merece atención, dadas las dificultades del tratamiento y la asociación con otros problemas relacionados con el consumo de sustancias.
Los sedantes, hipnóticos y ansiolíticos se utilizan para tratar una variedad de afecciones, incluidos los trastornos del sueño y la ansiedad. El uso constante de estos medicamentos puede generar una mayor tolerancia a sus efectos, lo que significa que los pacientes requieren dosis más altas para lograr los resultados deseados.
Para algunas personas, un patrón problemático de uso de estos medicamentos puede provocar un deterioro y una angustia significativos. Cuando esto sucede, los pacientes pueden ser diagnosticados con trastornos por consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, que se estima que afectan a 2,2 millones de personas, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas y Salud.
Al utilizar datos nacionales de Medicaid de casi siete millones de adolescentes y adultos jóvenes en 2001 y 13 millones en 2019, los investigadores analizaron las tendencias en los diagnósticos de trastornos por consumo de esos medicamentos, lo cual mostró que la prevalencia se triplicó en adolescentes y se quintuplicó en adultos jóvenes entre esos años.
“El aumento de los diagnósticos de estos trastornos puede deberse a cambios en la disponibilidad, el uso y el mal uso de sedantes, hipnóticos y ansiolíticos, así como a un aumento en la detección, la concienciación y el diagnóstico de estos trastornos”, dijo la profesora adjunta del Centro de Farmacoepidemiología y Ciencia del Tratamiento de Rutgers y autora principal del estudio, Greta Bushnell.
Los especialistas descubrieron también que la mayoría de los adolescentes y adultos jóvenes con trastornos por consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos tenían otro diagnóstico comórbido de trastorno por consumo de sustancias; en los primeros, el más común fue la ingestión de cannabis y en los segundos, la de opioides.
Examinar las tendencias en los jóvenes diagnosticados con este trastorno puede conducir a una mejor comprensión de la población y mejorar el apoyo a través de la atención y los recursos, señalaron los investigadores.
Fuente: Prensa Latina
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