¿Cómo comprobar si han hackeado tu webcam?
Las webcams son utilizadas a diario para conectar a sus usuarios con otras personas tanto a nivel profesional como personal. Están presentes en equipos del día a día como los teléfonos móviles, los ordenadores portátiles y las tabletas. Sin embargo, la compañía de software especializada en ciberseguridad ESET señala en su último informe que también pueden suponer un gran peligro al ser hackeadas.
Este acto de hackeo y espionaje “no solo invade a la intimidad, sino que puede afectar seriamente a la salud mental y al bienestar de las personas”, por ello, desde ESET señalan que “es más importante que nunca ser más conscientes de los riesgos y estar preparado para tomar medidas que mejoren nuestra privacidad y seguridad online”.
El ciberatacante puede lograr hackear una webcam a través de los troyanos de acceso remoto (RAT, por sus siglas en inglés), que son un tipo de malware que permite controlar de forma remota el dispositivo de la víctima. Así, puede encender su webcam sin activar la luz, hacer grabaciones y enviar los archivos de video.
Estos RAT pueden infectar un dispositivo como cualquier otro malware a través de enlaces o archivos adjuntos maliciosos, en correos electrónicos de phishing o en aplicaciones de mensajería y redes sociales, además de en otras apps móviles maliciosas que suplantan el aspecto de la oficial.
El atacante también puede utilizar exploits que aprovechan vulnerabilidades y errores de los programas para obtener acceso no autorizado a un equipo o tomar el control de un sistema.
¿Cómo saber si la webcam fue hackeada?
ESET subraya que “el hackeo de webcam es una amenaza real”, y por ello señala algunos indicios a los que el usuario debe prestar especial atención para conocer si su cámara ha sido comprometida, por ejemplo, en caso de que la luz de este componente se encienda cuando no está siendo utilizada por el usuario.
Otro aspecto a tener en cuenta son los archivos “extraños” guardados en el ordenador, ya que si un atacante ha hackeado la webcam, es probable que existan archivos guardados de esta actividad en el ordenador, especialmente aquellos localizados en ‘Documentos’ o en las carpetas de video del disco duro.
La compañía también exhorta al usuario a revisar si ve alguna aplicación “inusual” en su equipo, que podría contener RAT. Y a prestar atención a la configuración, ya que este tipo de ‘malware’ suele desactivar alguna función de seguridad.
En caso de que alguien se ponga en contacto con el usuario para comunicarle que le ha hackeado la cámara, no hay que caer de entrada en lo que puede ser una trampa.
No obstante, para evitar que alguien acceda a la webcam, desde ESET aconsejan tener el software del dispositivo siempre actualizado y con la protección de un programa «antimalware». También, confirmar que se está protegido por una contraseña fuerte y única, además de sistema de autenticación de dos factores (2FA) en caso de ser posible.
La empresa aconseja de igual manera no hacer clic en los enlaces de comunicaciones no solicitadas y, por último, cubrir el objetivo de la cámara cuando no esté siendo utilizada, pese a que esta medida no impedirá que los delincuentes puedan escuchar a través del micrófono del dispositivo.
VTV/CC/EMPG
Fuente: Refieren medios internacionales.