Competencia sexual contribuyó a evolución del cuello de las jirafas

El análisis de los restos fósiles de un ancestro primitivo de este gran rumiante sugiere que los machos en apareamiento luchaban a golpes de cabeza para ganar acceso a las hembras. Según los autores del estudio, que publica la revista Science, este hábito contribuyó a la evolución del cuello de las jirafas.

El animal terrestre más alto de la Tierra es también el rumiante más grande existente: la jirafa (Giraffa camelopardalis). Su característico cuello está considerado un ejemplo clásico del evolucionismo darwiniano, según el cual fue la competencia por la comida la que impulsó su alargamiento.

Sin embargo, en épocas más recientes, se propuso una teoría alternativa conocida como necks-for-sex (cuellos para el sexo), que propone que el aumento de la longitud del cuello de las jirafas tiene su origen en la competitividad sexual.

Ahora, un nuevo trabajo que publica Science, describe el hallazgo de fósiles de un ancestro primitivo de la jirafa que confirman la validez de la teoría ‘necks-for-sex’.

El trabajo está liderado por Shi-Qui Wang, investigador del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados (IVPP) de la Chinese Academy of Sciences y es el resultado de una colaboración internacional entre instituciones chinas, europeas y norteamericanas.

Una evolución tratada de explicar durante décadas

Según Darwin, las jirafas con el cuello más largo podían llegar a las hojas de las ramas más altas de los árboles, que estaban fuera del alcance de los otros herbívoros. Los ejemplares con cuellos cortos obtenían entonces menos alimentos, ya que las hojas de las ramas más cercanas eran las primeras en agotarse.

Así, los antepasados de mayor estatura eran los que más probabilidades tenían de poder alimentarse y no morir de hambre. A lo largo de millones de años, los ejemplares de cuello corto fueron extinguiéndose y los de cuello largo acabaron dando lugar a la jirafa, tal y como la conocemos.

Por otro lado, la observación del comportamiento de las jirafas ha permitido entender que, en los machos, el cuello sirve como un arma en la lucha por la competencia sexual. En concreto, los utilizan para lanzar sus cráneos contra los competidores, para así provocarles heridas con sus ‘cuernos’ (protuberancias de cartílago osificado cubiertas de piel, denominadas osicoides). Como resultado, cuanto más largo sea el cuello, mayor es el daño provocado al rival.

Según la teoría ‘necks-for-sex’, propuesta en 1996, el combate sexual impulsó la evolución del cuello largo de la jirafa. Las lesiones y la muerte durante los combates no eran infrecuentes, y los ejemplares de cuello más largo sobrevivían y se reproducían más.

Otra idea propuesta es que probablemente ambos mecanismos han contribuido a la evolución y mantenimiento del cuello largo de las jirafas.

VTV/CC/ADN