Conozca los avances científicos de las mujeres del Pirineo Catalán
Las trementinaires fueron un grupo de mujeres del Pirineo Catalán que destacaban por su amplio conocimiento de las hierbas locales y sus propiedades medicinales. Una profesora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en España, revela los conocimientos y técnicas propias que desarrollaron en su oficio, desafiando los roles femeninos tradicionales.
El trementinaire fue un oficio, principalmente femenino, que existió en el Pirineo Catalán desde el siglo XIX hasta la llegada de la industrialización a las zonas rurales, y que permitió a estas mujeres convertirse en el motor económico de sus familias y de las regiones que habitaban.
En un estudio reciente, la profesora de la UAM, Elisa Garrido Moreno, propone una revisión de las experiencias individuales de estas mujeres con el mundo natural, las cuales aportaron al conocimiento, la autonomía femenina, e incluso al mantenimiento del ecosistema en el que vivían.
Partiendo de la hipótesis de que todos los conocimientos son “situados” (parciales y dependientes del contexto), la autora ofrece una reflexión sobre las trementinaires como un estudio de caso para comprender el papel de los saberes al margen, en este caso, el de las mujeres rurales sobre el medio natural, cuyas voces han sido subrepresentadas en la construcción de conocimiento sobre la naturaleza y sus recursos.
El oficio de trementinaire
Se trataba de un oficio itinerante. Durante los meses cálidos, se recogían, catalogaban y guardaban las especies más necesarias para la elaboración de sus fórmulas. Precisamente, el nombre por el que eran conocidas (trementinaire) viene de la esencia de trementina, un remedio por el que eran especialmente demandadas.
Tras la colecta y con la llegada del frío, abandonaban el núcleo familiar, dejando a los hombres al cuidado de la familia en el hogar, para emprender largos viajes, con el fin de comercializar sus productos y abastecer a sus clientes de los remedios que iban a necesitar durante el invierno.
Aquellos viajes podían durar meses, lo cual pone de relevancia el desafío a los roles de género que aquello suponía para el funcionamiento tradicional de la familia, en un tiempo en el que no era frecuente ver a mujeres viajando en solitario y, mucho menos, comerciando y ejerciendo su propio oficio.
VTV/CC/EMPG
Fuente: NCYT de Amazings