Conozca los riesgos para la salud de lavar el pollo antes de consumirlo
El pollo es un alimento que aporta proteínas, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados, fósforo, niacina y vitamina B, según la Fundación Española de la Nutrición (FEN). No obstante, a la hora de cocinar el pollo, muchas personas lo lavan, pero lo que no saben es que este proceso es riesgoso.
De acuerdo a esta fundación, puede haber una dispersión de bacterias, especialmente la salmonela y la campylobacter, puesto que, al caer el agua sobre el pollo, las bacterias pueden caer al rededor, e infectar utensilios u otros alimentos que estén cerca. Por ello, lo recomendado es no lavar el pollo, y más bien cocinarlo a una temperatura interna de al menos 75 °C, pues estas altas temperaturas destruyen las bacterias que puede llegar a tener el alimento.
Expertos recomiendan comprar pollo fresco y de alta calidad en lugares de confianza. Además resaltan que es importante guardar el pollo en el refrigerador a una temperatura segura (por debajo de 4 °C), y usarlo en los próximos días de comprarlo para evitar que se vuelva rancio.
En muchas oportunidades el olor desagradable está relacionado con las vísceras; por ello, es mejor retirar estas partes antes de cocinarlo. Si la piel del pollo tiene un olor desagradable, se puede quitar antes de cocinarlo, y así se elimina el mal olor.
Fuente: Medios internacionales
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