Crisis climática incide en falta de agua en zonas habitadas

El agua potable es uno de los recursos más vitales para la supervivencia humana y el desarrollo de comunidades. Sin embargo, su escasez emerge como una dificultad global, producto de la crisis climática, con consecuencias cada vez más graves en las zonas habitadas.

Impacto en la salud pública: La escasez de agua potable conlleva serias implicaciones para la salud pública. La falta de acceso a agua limpia y segura aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea, el cólera y la fiebre tifoidea.

Impacto en la seguridad alimentaria: El agua es esencial para la producción de alimentos, y su escasez puede tener graves consecuencias para la seguridad alimentaria. Las regiones afectadas por la falta de agua potable a menudo experimentan sequías prolongadas, lo que reduce la disponibilidad de agua para el riego de cultivos y el ganado.

Crisis ambiental: La falta de agua potable también tiene un impacto significativo en el medio ambiente. La sobreexplotación de los recursos hídricos, junto con la contaminación y el cambio climático, llevan a la disminución de los niveles de agua en lagos, ríos y acuíferos en muchas partes del mundo. Esta pérdida de hábitats acuáticos amenaza la biodiversidad y pone en peligro los ecosistemas acuáticos, lo que a su vez afecta a las comunidades que dependen de ellos para su sustento y bienestar.

Desplazamiento humano: La falta de acceso a agua potable puede provocar desplazamientos masivos de población. Las comunidades que enfrentan una grave escasez de agua a menudo se ven obligadas a abandonar sus hogares en busca de recursos hídricos más abundantes, lo que puede dar lugar a conflictos por el agua y tensiones sociales.

Fuente: Agencias internacionales

VTV/CC/EMPG