Delfines no sufren daños cerebrales por una red que protege su cerebro

Una extensa red de vasos sanguíneos conocida como rete mirabile (red maravillosa), ayuda a proteger el cerebro de las ballenas y delfines, protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia, cuando nadan bajo las olas. De esta forma, se salvaguardan de los pulsos de presión sanguínea generados al sumergirse a gran profundidad.

Al sumergirnos en el agua a determinadas profundidades, los humanos debemos tener muy en cuenta las diferencias de presión para no dañar nuestro cuerpo. Otras especies animales, como los cetáceos, soportan esta presión extrema al nadar. Además, por su forma de locomoción, ballenas y delfines realizan potentes movimientos con sus colas, que modifican la presión sanguínea cuando suben y bajan en sus desplazamientos.  

Cuando hace más de 50 millones de años los ancestros terrestres de los cetáceos modernos renunciaron a su vida terrestre y volvieron a los océanos, sufrieron una transición con cambios drásticos. Les supuso cambiar la forma y la fisiología de los antiguos mamíferos terrestres, para sobrevivir a los desafíos únicos de vivir bajo el agua.

Uno de los aspectos más desafiantes de este entorno es soportar la extrema presión que a grandes profundidades, tanto externa como internamente, al tiempo que proporcionar un suministro constante de sangre oxigenada al cerebro.

Un estudio que publica Science revela cómo lo logran: existe una función, hasta ahora desconocida, en la denominada rete mirabile (red maravillosa, retia mirabilia en plural) de los cetáceos.

“Nuestro modelo informático predice el flujo sanguíneo y las presiones en un cetáceo al nadar. El comportamiento del flujo sanguíneo del sistema circulatorio tiene mucho en común con el flujo de corriente en los circuitos electrónicos y durante años los científicos han utilizado nuestra comprensión de estos últimos para hacer modelos informáticos del sistema circulatorio”, explica a SINC, Margo Lillie, investigadora del departamento de zoología de la Universidad British Columbia de Canadá que lidera el trabajo.

VTV/CC/JMP

Fuente: NCYT