Desvelan el misterio del movimiento de los espermatozoides

Unos científicos han desentrañado los entresijos de cómo los espermatozoides pasan de espectadores pasivos a nadadores dinámicos. Esta transformación es un paso fundamental en su viaje hacia la fecundación y depende de la activación de un transportador de iones único.

Imaginemos a los espermatozoides como pequeños aventureros en busca del tesoro definitivo: el óvulo. No tienen un mapa, pero utilizan algo aún más extraordinario: los quimioatrayentes. Se trata de señales químicas liberadas por el óvulo que actúan como cantos de sirena, activan y guian a los espermatozoides.

Cuando estas señales se unen a los receptores de la superficie del espermatozoide, se desencadena una serie de acontecimientos que inicia el movimiento del espermatozoide hacia el óvulo. Y en este intrincado escenario, un actor clave es una proteína conocida como «SLC9C1«.

Esa proteína se encuentra exclusivamente en los espermatozoides, y en condiciones normales no está activa. Sin embargo, cuando los quimioatrayentes interactúan con la superficie del espermatozoide, todo cambia.

Fuente: Agencias internacionales

VTV/CC/EMPG