Determinan avances científicos en estructura prehistórica de España
Desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España; un equipo técnico estudió las técnicas de ingeniería y arquitectura empleadas hace casi 6 mil años en el dolmen de Menga, túmulo funerario megalítico, ubicado en el municipio español de Antequera. Los resultados se publicaron en la revista Science Advances. El Sitio de los Dólmenes es una de las primeras integraciones conscientes de arquitectura y paisaje monumental de la prehistoria europea.
Creatividad y capacidad resolutiva
El estudio de Menga, se basó en el análisis de los ángulos de los planos de cada piedra, la polaridad estratigráfica de cada elemento estructural y en la profundidad de los cimientos. Estas cualidades demuestran la capacidad de las sociedades neolíticas para desarrollar soluciones innovadoras basadas en un conocimiento científico incipiente.

De esta forma, los ingenieros prehistóricos que obraron en el túmulo, resolvieron problemas de estabilidad a través del diseño soterrado del monumento, la colocación de pilares y la realización de cortes en cada piedra, con ángulos predeterminados, para obtener apoyo y consolidación en la estructura del complejo. Destaca también la utilización del principio de arco de descarga, lo cual marca un avance innovador en la arquitectura.
«Este trabajo revela la existencia de conocimientos científicos de una brillantez inventiva extraordinaria entre las comunidades neolíticas en el sur de la península ibérica que construyeron esta magna edificación hace aproximadamente entre 5 mil 800 y 5 mil 600 años», explicó el principal autor del artículo, José Antonio Lozano, quien desempeña como geólogo del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC).
«A partir de sofisticados conocimientos de ingeniería, geología, geometría y astronomía, estos grandes arquitectos anónimos se atrevieron a diseñar y construir no solo uno de los primeros monumentos de ingeniería de la humanidad elaborado con titánicas piedras, algunas de ellas con un peso de 150 toneladas, sino un edificio de una gran estabilidad y una solidez que continúa asombrando casi seis mil años después de su construcción», apuntó el científico.
Conocimiento sin precedentes
El estudio muestra que los habitantes prehistóricos de la región antequerana dispusieron de conocimientos precoces de las ciencias, mano de obra calificada y la capacidad logística para concretar la construcción de un edificio sin precedentes en la península ibérica.
«Ante todo, es importante destacar que esta hazaña sin precedentes nació del conocimiento empírico y la experiencia científica, con ingeniería avanzada, lo cual indica lo evolucionado de las capacidades intelectuales, prácticas y técnicas de las sociedades neolíticas», detalló Lozano.
«Ello sugiere la gran precocidad de los desarrollos técnicos y científicos existentes en el Neolítico europeo, muy anteriores a los desplegados entre las primeras sociedades estatales del Próximo Oriente y Egipto», continúa. «Valga decir, por ejemplo, que la famosa pirámide escalonada de Zoser, la más antigua de Egipto, es mil años posterior al dolmen de Menga y los niveles más antiguos de Stonehenge», concluyó el investigador.
El estudio recién publicado, requirió casi diez años de trabajo multidisciplinar y en éste colaboraron especialistas de instituciones como el IEO-CSIC, el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra y las universidades de Alcalá de Henares, Sevilla, Salamanca y Granada.
Fuente: Sinc
VTV/DC/CP