EE.UU. presiona para instalar base naval en el sur de Argentina
El jefe del Comando Sur de EE.UU., Alvin Holsey, visitará la ciudad más austral de Argentina para reforzar el proyecto de una «base naval conjunta». EE.UU. busca militarizar la zona en el marco de su disputa con China, dicen analistas.
El Comando Sur de las Fuerzas Armadas de EE.UU. insiste en marcar presencia en Argentina y avanzar en la instalación de una base naval conjunta en el extremo más al sur del territorio argentino, próximo a la Antártida, y la conexión más austral entre el Atlántico y el Pacífico.
Si bien la mayoría de los dignatarios internacionales que visitan Argentina permanecen en Buenos Aires, el jefe del Comando Sur, Alvin Holsey, incluyó en su agenda oficial una visita a Ushuaia, la ciudad más austral del país.
La antecesora de Holsey, Laura Richardson, ya había estado en dicha ciudad en abril de 2024 para visitar, junto al propio presidente Javier Milei, la Base Naval Austral, una dependencia de la Armada Argentina ubicada sobre el canal Beagle, una de las conexiones estratégicas entre el Atlántico y el Pacífico en esa zona y puerto logístico clave para las operaciones antárticas. En aquella oportunidad, Milei y Richardson anunciaron una «base naval conjunta» entre ambos países.
El doctor en Ciencias Sociales (UBA) y magíster en Estudios Internacionales (Universidad Torcuato Di Tella) Luciano Anzelini consideró que la presencia del nuevo jerarca militar estadounidense en Ushuaia ratifica que el proyecto de esa base conjunta «va en serio» para el Pentágono.
«Si uno presta atención a los documentos elaborados por el Pentágono y la inteligencia estadounidense en los últimos cuatro o cinco años puede ver que aparece, como nunca antes, un peso significativo de regiones que antes no estaban en el radar, como el Ártico o la Antártida», señaló el experto.
Anzelini enfatizó que, a partir de esos documentos, puede verse cómo «el Atlántico sur, la proyección antártica y el carácter bioceánico de la región juegan un papel cada vez más relevante», sobre todo en el marco de «la disputa global con China». De hecho, la penetración del gigante asiático en el Cono Sur es vista con especial preocupación en Washington, ilustró el académico.
Para Anzelini, el mayor problema es que la importancia geopolítica del Atlántico sur no es vista con la misma seriedad en la nación sudamericana. «La importancia que tiene la zona para EE.UU. impone una lógica al Gobierno argentino, que se subordina a esta agenda por sus necesidades económicas», remarcó.
Para el experto, Moisés Solorza, la propia «motosierra» que el presidente Milei ha aplicado a la obra pública argentina, suspendiendo la gran mayoría de los proyectos, ha provocado, paradójicamente, que «todavía no se haya movido un metro cúbico de tierra con respecto a la base naval conjunta».
Solorza, por su parte, vincula el proyecto de la base conjunta con el radar de la empresa estadounidense Leolabs instalado en 2023 en Tolhuin, una ciudad vecina a Ushuaia, también en la provincia de Tierra del Fuego. La compañía está bajo sospechas de aportar información estratégica militar a los Gobiernos de EE.UU. y el Reino Unido.
Para el especialista, también habría que sumar a la lista de preocupaciones los crecientes ejercicios militares que los británicos realizan «con fuego real y drones» en las Islas Malvinas e incluso un reciente acuerdo entre los gobiernos de Chile y el Reino Unido para el desarrollo de la industria naval chilena en el sur del país, reseña Sputnik.
«Me parece que corremos un serio riesgo en la Isla Grande de Tierra del Fuego, que es el último bastión que les queda para apropiarse de una gran parte del territorio argentino, ya que ya tienen a la OTAN en las Islas Malvinas y están cerca del ingreso a la Antártida», advirtió el analista.
Además de cuestionar el «hermetismo» que existe respecto de estos proyectos en Tierra del Fuego, Solorza lamentó la ausencia de información de la población fueguina sobre el tema y «la falta de decisión política de la oposición argentina» para evitar el avance de este tipo de proyectos que «pretenden militarizar la zona».
Fuente: Spitnik
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