Estudio revela que el ejercicio puede frenar la producción de insulina

Los especialistas del Biocentro de la Julius-Maximilians-Universität de Würzburg, en Baviera,  Alemania, demostraron que el ejercicio físico puede frenar la producción de insulina, refiere agencia internacional.

Los investigadores utilizaron como objeto de estudio la mosca de la fruta Drosophila melanogaster. Curiosamente, dicho insecto también segrega insulina después de comer.

No obstante,  en la mosca la hormona no procede del páncreas como en los humanos, sino que es liberada por células nerviosas del cerebro.

El grupo de expertos evidenciaron que la actividad física del insecto tiene un fuerte efecto sobre sus células productoras de insulina. En tal sentido, los investigadores midieron electrofisiológicamente la actividad de estas células en drosophila caminantes y voladoras.

El resultado arrojó que cuando la drosophila empieza a caminar o a volar, sus células productoras de insulina se inhiben de forma inmediata, y cuando la mosca deja de moverse, la actividad de las células vuelve a aumentar rápidamente, se dispara por encima de los niveles normales.

El primer autor de la publicación, Sander Liessem, expresó: “Nuestra hipótesis es que la baja actividad de las células productoras de insulina durante el paseo y el vuelo contribuye al suministro de azúcares para satisfacer la mayor demanda de energía. Sospechamos que la mayor actividad tras el ejercicio ayuda a reponer las reservas energéticas de la mosca, por ejemplo en los músculos”.

Azúcar 

Además, los expertos demostraron que la inhibición rápida y dependiente del comportamiento de las células productoras de insulina está controlada activamente por vías neuronales.

“Es en gran medida independiente de los cambios en la concentración de azúcar en la sangre de la mosca. Tiene mucho sentido que el organismo se anticipe así a una mayor demanda de energía para evitar fluctuaciones extremas de los niveles de azúcar en sangre”, aseveró la coautora del estudio, Martina Held.

Cabe resaltar que la insulina es una hormona esencial para el ser humano y muchos otros seres vivos. La función más conocida es regular el metabolismo del azúcar. Se sabe bien cómo lo hace, pero menos sobre cómo controla la actividad de las células productoras de insulina y, en consecuencia, su secreción.

VTV/WIL/EMPG