Estudio revela que extraña inclinación de Urano fue causada por una luna desaparecida
Una luna de grandes dimensiones provocó con su atracción gravitacional la inclinación de Urano a más de 80 grados hace cientos de millones de años, para luego desaparecer estrellándose contra el gigante helado y fijando su posición actual, a 98 grados. De esta forma, todo el sistema de Urano quedó volteado hacia un lado, en una disposición inexistente en el resto de los planetas del Sistema Solar.
Según una nueva investigación internacional, publicada recientemente en la revista Astronomy & Astrophysics, la anómala inclinación de Urano, única en el Sistema Solar, podría haberse originado cuando el planeta capturó rápidamente una luna masiva, sobre el comienzo de su historia.
Las dimensiones del satélite natural, luego desaparecido al chocar finalmente contra el planeta, habrían generado la influencia gravitacional suficiente para que Urano adquiriera su extraña inclinación.
La totalidad de los planetas del Sistema Solar tienen inclinaciones orbitales de menos de 30 grados, con la única excepción de Urano, que actualmente presenta una inclinación de 98 grados.
No solo el planeta se voltea de lado, afectando su rotación, sino que además sus anillos y lunas adquieren posiciones anómalas, orbitando alrededor del planeta en forma perpendicular al movimiento del astro en torno al Sol, reseña Agencias Internacionales.
El misterio aumenta si tenemos en cuenta que el otro gigante helado de nuestro vecindario cósmico, su compañero Neptuno, presenta una inclinación normal. Sin embargo, todo indica que Urano y Neptuno compartieron historias de formación similares, en el marco de una zona exterior del Sistema Solar aquejada por constantes colisiones. ¿Cómo puede explicarse, entonces, que Urano haya adquirido una inclinación tan pronunciada y Neptuno no?
Hasta el momento, la hipótesis con mayor éxito entre los astrónomos indicaba que uno o varios impactos gigantes durante la formación de Urano determinaron su inclinación. Los científicos pensaban que un choque adecuado y en el momento correcto pudo haber entregado suficiente energía para empujar a Urano mientras aún estaba en su etapa protoplanetaria. Posteriormente, el planeta nunca habría podido recuperarse y desarrolló de esta forma todo su sistema.
VTV/MQ/JMP