Investigadores afirman que expansión de tecnologías solares fotovoltaicas favorecería la recuperación económica tras crisis de la COVID-19

La expansión de tecnologías solares fotovoltaicas requiere el incremento de políticas comerciales para respaldar los objetivos ambientales de emisiones bajas de carbono, señalaron la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), en una investigación.
 

Tal estudio podría favorecer la recuperación económica tras la crisis generada por la pandemia de la COVID-19, entre otras, con la creación de puestos de trabajo.

En este sentido, se espera que el sector de las energías renovables genere más de 40 millones de empleos en el mundo para 2050, ampliaron Irena y la OMC.

Por otra parte, la energía solar es un pilar para las estrategias de sostenibilidad de emisiones bajas de carbono debido a la disminución de los costos de la electricidad generada por las plantas fotovoltaicas, que entre 2010 y 2018 se redujeron en un 77 por ciento.

Ello se debe a que los fabricantes están en mejores condiciones de obtener bienes y servicios de proveedores competitivos con la consiguiente disminución de los precios de la tecnología, apunta la investigación.

Sin embargo, se necesita más apoyo de las políticas comerciales y los estándares de productos armonizados para desbloquear reducciones de costos adicionales y la creación de puestos de trabajo en el sector de la energía solar fotovoltaica, señala el documento.

El texto titulado Comercio hacia un futuro energético brillante: el caso para abrir mercados de energía solar fotovoltaica de alta calidad, indica que debe existir coherencia en los estándares de los productos para lograr un mercado fotovoltaico globalizado para promover un comercio seguro e inclusivo de bienes y servicios, refiere una nota de Prensa Latina.

/maye