Exposición prenatal a sustancias químicas se vincula a un aumento acelerado del IMC

Un nuevo estudio revela conexiones entre los disruptores endocrinos a los que pueden haber estado expuestas las mujeres embarazadas y las trayectorias en el índice de masa corporal (IMC) de sus hijos e hijas. La exposición prenatal a algunas sustancias químicas ambientales se vincula a un aumento acelerado del Índice de Masa Corporal (IMC) desde el nacimiento hasta los nueve años de edad.

El estudio, en el que participaron mil 911 madres y sus respectivos hijos e hijas de la cohorte de nacimiento del Proyecto INMA en España, se centró en evaluar la exposición a una amplia gama de disruptores endocrinos.

Estas sustancias químicas se encuentran en nuestra dieta y en productos cotidianos como plásticos, artículos de higiene personal y pesticidas, e incluyen contaminantes orgánicos persistentes (COP), sustancias perfluoroalquiladas (PFAS), bifenilos policlorados (PCB), ftalatos y fenoles (incluidos parabenos y bisfenol A).

Estas alteraciones se caracterizan por una menor talla al nacer seguida de un aumento acelerado del Índice de Masa Corporal o por una mayor talla al nacer con un aumento acelerado del IMC

El equipo de investigación midió las concentraciones de estas sustancias químicas en muestras de orina y sangre recogidas cuando las mujeres participantes estaban embarazadas. Posteriormente, midieron el IMC de los niños y niñas a lo largo del tiempo. El IMC es una medida que combina la altura y el peso y se utiliza habitualmente para evaluar el estado en relación al sobrepeso y la obesidad.

El análisis estadístico mostró que la exposición prenatal a contaminantes orgánicos persistentes específicos, incluidos el hexaclorobenceno (HCB) y el diclorodifenildicloroetileno (DDE), así como determinados PFAS, puede alterar significativamente la trayectoria del IMC.

Estas alteraciones se caracterizan por una menor talla al nacer seguida de un aumento acelerado del IMC o por una mayor talla al nacer con un aumento acelerado del IMC.

Una de las principales novedades del estudio es que, además de estudiar sustancias químicas individuales, las investigadoras también realizaron un análisis de mezclas.

«El crecimiento acelerado durante la infancia se ha relacionado con problemas de salud en etapas posteriores de la vida, como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes», reseña Agencias Internacionales.

Otro estudio reciente coordinado por ISGlobal encontró una asociación entre la exposición a ftalatos durante el embarazo y medidas volumétricas más pequeñas en ciertas partes del cerebro y un menor cociente intelectual en niños y niñas.

El artículo, publicado en Molecular Psychiatry, sugirió que aquellos niños y niñas cuyas madres tuvieron una mayor exposición a ciertos ftalatos durante el embarazo tienden a mostrar una menor materia gris total en sus cerebros cuando alcanzan la edad de 10 años.

El equipo también descubrió que la exposición materna a plastificantes durante el embarazo se asocia a un menor cociente intelectual infantil a los 14 años.

Los ftalatos son un grupo de sustancias químicas que alteran el sistema endocrino y se utilizan como plastificantes y disolventes en una amplia gama de productos comerciales.

VTV/MQ/EMPG