Filipinas volverá a imponer restricciones más estrictas ante la COVID-19

Manila y las provincias cercanas volverán a adoptar medidas de cuarentena más estrictas a partir del lunes, dijo un alto funcionario este sábado, mientras Filipinas lucha por contener un aumento en los casos de COVID-19 que han afectado a los hospitales.

El portavoz presidencial Harry Roque dijo que las medidas, que estarán vigentes hasta el 4 de abril, prohibirán los movimientos no esenciales, las reuniones masivas y las cenas en restaurantes. Representan un nuevo endurecimiento de las restricciones impuestas el 22 de marzo, refiere Reuters.

Roque dijo que el gobierno intensificará el rastreo y realizará visitas de casa en casa para buscar personas con síntomas de COVID-19. También habrá una “mayor presencia” de personal policial y militar para hacer cumplir los protocolos, agregó.

El Ministerio de Salud informó el sábado 9595 nuevos casos de coronavirus, lo que marca el segundo día consecutivo en que el aumento diario de infecciones se mantuvo por encima de 9 mil.

La región de la capital, una expansión urbana congestionada de 16 ciudades que alberga al menos a 13 millones de personas, ha representado más de dos quintas partes de los más de 712.000 casos de COVID-19 del país. Ha habido más de 13.000 muertes en todo el país.

Las autoridades atribuyen el aumento en las infecciones a las nuevas variantes de coronavirus más transmisibles, como las identificadas por primera vez en Sudáfrica y Gran Bretaña. Ambos se han detectado en Filipinas.

Roque dijo en una rueda de prensa que la amenaza era drástica y justificaba una «respuesta drástica», y agregó que las medidas más estrictas darán a los trabajadores de la salud un respiro, ya que los hospitales de la capital están cerca de su capacidad crítica.

Los bloqueos han tenido un gran impacto en la economía filipina, que se contrajo en un récord de 9.5% el año pasado. Roque dijo que el gobierno programó la reimposición de restricciones más duras durante la semana previa a la Pascua, por lo que el impacto en la economía será menos severo ya que muchas empresas cerrarán de todos modos durante las celebraciones de la Semana Santa.

Se permitirá que el transporte público opere con una capacidad limitada, y el movimiento de bienes esenciales puede continuar sin obstáculos, dijo.