Frecuencia de olas de calor aumentará en este siglo

Los episodios de calor peligrosos y extremadamente peligrosos serán más habituales, incluso si se cumplen los objetivos climáticos del Acuerdo de París. Los científicos prevén en un estudio regiones difícilmente habitables al aire libre, sobre todo en los trópicos. A pesar de ser “escenarios aterradores”, estamos a tiempo de prevenirlos.

Varias olas de calor con efectos mortales, han afectado a grandes ciudades en la última década. Este mismo verano hemos visto que se han producido por todo el mundo y la previsión es que el número de estos fenómenos aumente.

Un estudio de las universidades de Washington (UW) y Harvard (EE.UU.), ha calculado los efectos de estos fenómenos potencialmente mortales en todo el mundo a finales de este siglo, en función de las futuras emisiones de gases de efecto invernadero. El trabajo se publica en la revista Communications Earth & Environment.

«Los episodios de calor que han batido récords en los últimos veranos, serán mucho más frecuentes en lugares como Norteamérica y Europa», afirma el autor principal del trabajo, Lucas Vargas Zeppetello, que realizó la investigación como estudiante de doctorado en la UW y ahora es investigador postdoctoral en Harvard. «Para muchos puntos cercanos al ecuador, en 2100 más de la mitad del año será un reto para trabajar al aire libre, incluso si empezamos a frenar las emisiones», continúa.

Los efectos del cambio climático en las olas de calor amenazan la habitabilidad de grandes zonas de la superficie terrestre. Por ejemplo, los autores predijeron un aumento de 16 veces en la ocurrencia de olas de calor peligrosas en Chicago.

Asimismo, las temperaturas muy altas que conllevan suponen una amenaza para la salud pública, ya que el calor extremo favorece los golpes de calor y enfermedades crónicas.

«Teniendo en cuenta las muertes que hemos visto en eventos menos extremos en los últimos años, es probable que este tipo de eventos sin precedentes sean bastante mortales sin una adaptación adecuada», declara a SINC Vargas Zeppetello.

Crear un futuro habitable

El estudio analiza una combinación de temperatura y humedad del aire conocida como ‘índice de calor’ que mide el impacto en el cuerpo humano. El Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. define un índice de calor peligroso como 103 ºF (39,4 ºC) y como extremadamente peligroso de 51 ºC (124 ºF) y se considera inseguro para los seres humanos durante cualquier periodo de tiempo.

«Estas normas se crearon en un principio para las personas que trabajaban en interiores, en lugares como las salas de calderas, y no se pensó en las condiciones que se darían en ambientes exteriores. Pero ahora las estamos viendo», continúa Vargas Zeppetello.

El estudio concluye que, incluso si los países consiguen cumplir el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento en 2º C, cruzar el umbral peligroso, será de tres a diez veces más frecuente en 2100 en EE UU, Europa Occidental, China y Japón. En ese mismo escenario, los días peligrosos podrían duplicarse en 2100 en los trópicos, abarcando la mitad del año.

VTV/CC/JMP

Fuente: SINC