ESPECIAL | Se cumple un año del intento de Golpe de Estado para promover la invasión militar en Venezuela

Este jueves 30 de abril hace un año, Venezuela y el presidente constitucional de la República, Nicolás Maduro Moros, fueron víctimas de un nuevo intento Golpe de Estado por parte de la extrema derecha nacional, quienes buscaban una intervención militar extranjera en territorio venezolano, con el apoyo de gobiernos subordinados de la región.

Sin embargo, el golpe fracasó gracias a la movilización popular que salió en defensa del presidente Maduro y de la Revolución Bolivariana.

Desde la Vicepresidencia de la República Bolivariana de Venezuela, se presenta un trabajo especial denominado “Se cumple un año del intento de Golpe de Estado para promover la invasión militar en Venezuela”, el cual ofrece un análisis completo y detallado de cómo sucedieron los hechos de aquel macabro esquema orquestado por la oposición el 30 de abril de 2019 para derrocar al Jefe de Estado.

En una nueva acción desestabilizadora la ultraderecha venezolana auspiciada por Washington, buscaba ese 30 de abril un Golpe de Estado, para provocar una intervención militar extranjera en suelo venezolano.

Aunque el trasfondo del guion golpista era la fuga del político de ultraderecha Leopoldo López, quien cumplía casa por cárcel por una serie de delitos cometidos contra instituciones y el pueblo venezolano, también se apuntaba a derrocar el gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro.

Bajo el manto del cargo de diputado Juan Guaidó, pieza fundamental de la desestabilización y Cristopher Figuera, entonces director del Sebin, y ficha de la CIA promovían un alzamiento militar desde la Base Aérea La Carlota, con puñado de militares que se habían vendido a los intereses de la Casa Blanca.

Figuera, quien entonces era el responsable de la seguridad de López, cumplió la orden de la administración de Donald Trump, de sacar por la fuerza al político de su lugar de reclusión y quien más tarde se refugiará en la embajada de España en Caracas. Al consumarse este hecho, Figuera voló a Estados Unidos, donde ahora reside.

Todo inició desde temprano ese lunes, con un falso positivo a través de las redes sociales, donde corrió el mensaje de que la Base Aérea La Carlota, había sido tomada por las fuerzas enemigas. Guaidó y López, encabezaron la llamada Operación Libertad, que ocultaba un Golpe de Estado.

Rápidamente se confirmó que la Base Aérea La Carlota, se encontraba resguardada por las Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y los actores del Golpe de Estado contra la Constitución y la paz de la República, estaban ubicados en el Distribuidor Altamira, muy cerca de la institución militar.

Se reveló que se trataba de una mentira echada a andar en las redes sociales para confundir al pueblo y provocar la desestabilización de la paz del país.

Era un guion que se había elaborado en el Pentágono con los mismos actores del golpe de Estado del 2002 y las guarimbas de 2014 y 2017, todos integrantes de los partidos Voluntad Popular y Primero Justicia.

Al mismo tiempo que todo ocurría, el Vicepresidente Sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez, informó que se encontraban enfrentando y desactivando a este pequeño grupo de militares, conducidos por la ultraderecha, que desde hacía meses había articulado una agenda violenta en el territorio nacional.

También, Rodríguez alertó a la comunidad internacional que estás acciones era una segunda parte de la entonces llamada “La Salida”, movimiento de 2014 convocado por Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio Ledezma y otros dirigentes opositores.

Por su parte, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), anunciaba que se mantenía firme en defensa de la Constitución Nacional y sus autoridades legítimas.

La narrativa del intento Golpe de Estado persistía en proyectar una situación de sublevación popularizada y prefigurarse como epicentro de un nuevo ciclo de violencia, a la espera de que el “efecto mediático” movilizara el apoyo frontal del imperio norteamericano para sostener la operación.

El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, llamó al pueblo a la calle a defender la Constitución y rechazó el intento de golpe.

El soberano hizo lo propio y se fue al Palacio de Miraflores, en resguardo del orden constitucional.

También el ministro del Poder Popular para la Defensa, M/G Vladimir Padrino López, daba cuenta de las acciones desestabilizadores y ratificaba la lealtad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en la Defensa de la Carta Magna. Además, se denunció ante el mundo que este hecho buscaba el derramamiento de sangre del pueblo inocente para justificar la intervención militar extranjera.

Fracaso del Golpe de Estado

Luego de que fracasara la operación que buscaba la toma de la Base Aérea La Carlota en Caracas, el grupo reducido de militares que acompañaron a Guaidó y a López, se trasladaron a la Plaza Altamira lugar emblemático de las manifestaciones opositoras desde el año 2002, para agitar y anunciar el inicio de una marcha hacia el oeste de Caracas, centro del Gobierno Nacional.

El grupo de militares traidores a las FANB, se redujo considerablemente porque muchos de los uniformados habían sido engañados y llevados al lugar como una forma de hacer creer al mundo sobre un alzamiento militar y de inmediato al conocerse las intenciones decidieron abandonar el experimento que redujo a 16 los militares golpistas que pronto se refugiaron en la embajada de Panamá. Una caravana de los civiles fue contenida unas cuadras más adelante por las fuerzas de orden público, mientras que otros jóvenes fomentaban el desorden.

El presidente de la República Nicolás Maduro, se dirigió al país y al mundo para denunciar el golpe de Estado y la maniobra del gobierno de los Estados Unidos, para establecer un gobierno de facto. Felicitó al pueblo y a la FANB, por su compromiso y lealtad con la paz.

Lo que deja ver la llamada “Operación Libertad”, es que fue una combinación de maniobras híbridas aplicadas en otros momentos de la guerra contra Venezuela, un falso levantamiento de pequeños grupos de militares sin coordinación ni poder de fuego, una concentración en puntos de reunión tradicionales anti Constitución Nacional, con la finalidad de provocar una confrontación directa entre civiles con fuerzas de orden público.

La oposición venezolana en unificación con el imperio estadounidense, llevan años tratando de penetrar en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, con el objetivo principal de tener como aliados a los militares, pero la institución castrense firme y leal en numerosas ocasiones han expresado su respaldo, lealtad y compromiso con la Patria.

Ayer, como hoy, la unión cívico militar se impone para garantizar la paz y la soberanía nacional y vencer a los poderes fácticos que desde tierra extranjera pretendan violentar el suelo venezolano y su orden constitucional.