Grandes tiburones blancos contribuyeron con extinción del megalodón
La desaparición de uno de los mayores carnívoros que han existido sobre la faz de la Tierra se puede atribuir en parte a la competencia con otro más pequeño, el gran tiburón blanco, que comía las mismas presas. Así lo revela una investigación basada en los isótopos de zinc detectados en los dientes de los escualos.
Aunque Jason Statham pusiera en problemas a esta gigantesca criatura en la película Megalodón, en la vida real fueron otros los factores que llevaron a la extinción de este gran depredador de los mares hace unos tres millones de años.
Algunas de las causas propuestas hasta la fecha han sido cambios climáticos que pudieron afectar a la pérdida de sus áreas de cría, el declive de algunas de sus presas o la competencia con otros cazadores marinos.
La competencia por las mismas presas con el gran tiburón blanco pudo haber contribuido a la extinción del megalodón, uno de los mayores carnívoros que han existido, según un análisis del zinc de sus dientes.
Ahora, un estudio publicado en Nature Communications apoya esta última hipótesis y afirma que los grandes tiburones blancos (Carcharodon carcharias) compitieron por la comida contra sus colosales parientes, uno de los carnívoros más grandes que han existido en el pasado.
La investigación se ha centrado en la posición de estos y otros escualos en el nivel trófico, el lugar que ocupan en el ecosistema. En este contexto, la dieta desempeña un papel importante para comprender el estilo de vida y la ecología de un animal.
En concreto, los autores han analizado el zinc que se incorpora al esmalte de los dientes cuando se forman, un elemento que puede utilizarse como indicador para entender la dieta de una especie e inferir su nivel trófico en el ecosistema.
Los resultados indican que, pese a ser mucho más grandes que el tiburón blanco, los megalodones fueron los perdedores en su particular competición por los recursos alimentarios.
El equipo internacional de científicos, liderado por Jeremy McCormack desde la Universidad Goethe de Frankfurt (Alemania), ha usado el isótopo de zinc Zn-66 para evaluar geoquímicamente el nivel trófico de 20 especies de tiburones vivos, incluyendo individuos de acuario y salvajes, así como 13 especies fósiles, entre ellas el megalodón (Otodus megalodon).
VTV/CC/EMPG
Fuente: SINC