ESPECIAL XINHUA | El hallazgo arqueológico de Sanxingdui y un vistazo a civilizaciones en cuatro continentes a través de una máscara de oro
Una máscara de oro de hace unos 3.000 años, que se ha conservado completa a través del tiempo, ha sorprendido a los arqueólogos del mundo luego de ser encontrada en el yacimiento de Sanxingdui en la provincia de Sichuan suroeste de China.
La pieza pertenece a la antigua civilización Shu de China y tiene muchas similitudes con la máscara de Agamenón descubierta en el antiguo sitio griego de Micenas, la máscara de Tutankamón del antiguo Egipto y la del dios azteca Xipe Totec, todos símbolos prominentes de sus respectivas civilizaciones.
Esto puede considerarse una coincidencia, por lo que los arqueólogos dieron su explicación cuando el pasado mes de junio se encontró la máscara de oro, reliquia que estaba cubierta de barro, la cual estaba arrugada como un trozo de papel y su forma era indistinguible.
Los arqueólogos chinos la sacaron con cuidado. Después de la limpieza y el desdoblamiento preliminares, aparecieron un par de ojos grandes. Resultó ser una máscara de oro, una de las máscaras faciales más grandes de la antigua civilización Shu desenterradas hasta ahora.
El investigador de la Academia China de Ciencias Sociales Li Xinwei explicó que la máscara de oro de Shu fue martillada hasta tener la forma final a través de un molde. Esta técnica tiene una historia de 3.000 años y puede considerarse como el método de fabricación de orfebrería más antiguo de China.
Aseveró que las máscaras de oro de los antiguos faraones egipcios y las de la antigua civilización griega de Micenas, que datan de hace más de 3.000 años, están también hechas mediante esta técnica. De la misma manera, en el Nuevo Mundo también desarrollaron gradualmente la técnica de martillar el metal «el oro no es tan fácil de fundir como el bronce, pero es extremadamente maleable y podría martillarse hasta hacerse bastante delgado, tomando diferentes formas. Puede ser que estas características hayan hecho que los antepasados de distintos continentes eligieran el uso del martillo».
Por su parte, la arqueóloga Edith Ortiz Díaz de la Universidad Nacional Autónoma de México coincidió en que el martilleo es una de las técnicas de procesamiento en frío más simples y uno de los primeros avances tecnológicos en el trabajo de metales.
UNIDOS POR LO SAGRADO
Los antepasados de varios continentes utilizaron el oro para crear máscaras misteriosas. Aunque sus usos fueron ligeramente diferentes, los arqueólogos creen que estas máscaras de oro encajan con la adoración a los poderes sobrenaturales.
La máscara de oro de Tutankamón y la de Agamenón eran ofrendas a los difuntos. Con respecto a la de Sanxingdui, los arqueólogos especulan que su objetivo era el de dar a las personas la capacidad de comunicarse con los dioses.
En América, la máscara de oro tiene una relación más directa con los dioses. La máscara de oro desenterrada en Oaxaca, México, lleva el nombre de Xipe Totec, el dios de la primavera en la mitología azteca.
En este sentido, la arqueóloga Edith Ortiz Díaz enfatizó que el oro se considera un símbolo del sol en las civilizaciones antiguas de América, y tal vez lo que se representa con los objetos «no es tanto una persona que se asocia a una deidad, sino las propias deidades».
De igual forma, el arqueólogo egipcio Zahi Hawass también cree que el oro es una representación del sol. «El oro siempre está conectado con el dios sol y también en China está conectado con las creencias religiosas. Con una máscara de oro, uno tendría la misma apariencia que el dios del sol».
Pero en lugar de obsequios a los dioses, las máscaras mortuorias de Micenas son objetos muy preciosos y raros que fueron creados para personas muy importantes, dijo Constantinos Paschalidis, curador de antigüedades del Museo Nacional de Arqueología de Grecia.
«No son regalos para los dioses, como lo son los hallazgos de Sichuan en China», señaló.
COINCIDENCIAS INTERCULTURALES
Expertos de diferentes partes del mundo dieron una calurosa bienvenida a los últimos descubrimientos en Sanxingdui, y recalcaron que los hallazgos recientes son una gran noticia para la comunidad arqueológica mundial.
Aunque existen innumerables misterios sobre cómo las civilizaciones antiguas se comunicaban entre sí, los arqueólogos creen que los nuevos descubrimientos en Sanxingdui promoverán que la comunidad arqueológica global lleve a cabo investigaciones más profundas y rastree el desarrollo de civilizaciones antiguas, refiere el portal Xinhua. /CP