HUMOR | Ese Trump se mete hasta Pinolín, por Clodovaldo Hernández

De cierto compañero de la universidad, las malas lenguas decían que era tan borracho, pero tan borracho que cuando no conseguía ron, anís o caña clara, era capaz de beber hasta Pinolín.

(Debo aclarar, para el público en general, que malas lenguas eran todas las lenguas del lugar porque estamos hablando de una Escuela de Comunicación Social; y para los millennials y generaciones subsiguientes explico que Pinolín era un desinfectante).

Bueno, en aquella época yo lo consideré una exageración propia de pichones de periodista, ejercitándose ya en fake news, que entonces no se les llamaba así, sino con una palabra más castiza: ollas. Pero, heme aquí, en pleno 2020 pandémico, entendiendo tantas cosas.

Luego de escuchar y ver (porque cuando un emperador afirma algo como esto, hay que verlo también) a Donald Trump, diciendo que el Covid-19 se cura echándose palos de desinfectante o inyectándoselo, he comprendido, por ejemplo, por qué aquel compañero hiperbeodo sigue por ahí, tan campante, y al parecer se ha hecho resistente no solo a todos los virus, sino también a la cirrosis hepática. Es que era un adelantado a su época.

También he entendido por qué ese señor Trump se ve a veces como anaranjado y otras más tirando a fucsia

También he entendido por qué ese señor Trump se ve a veces como anaranjado y otras más tirando a fucsia. Todo debe depender del color del producto de limpieza que se haya inyectado esa mañana, antes de peinarse el copete. Así que si uno de estos días aparece verde, no vayan a creer que se lo comió Hulk.

Finalmente he terminado de comprender (confieso que ya tenía una cierta idea) por qué la alta dirigencia opositora y la gente decente y pensante de la clase media aman tanto a Trump: Es que se meten el mismo desinfectante.

Clodovaldo Hernández / @clodoher / Publicado en El Especulador Precoz

/maye