Identifican las neuronas que restauran la capacidad de caminar tras una parálisis
En los últimos años varios pacientes con lesión medular crónica han podido caminar gracias a implantes eléctricos. Ahora, los científicos suizos que lograron ese avance han localizado las neuronas que se activan y reorganizan con la estimulación eléctrica.
Grégoire Courtine, un reputado neurocientífico suizo de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), lleva años investigando cómo hacer que personas con la médula espinal dañada vuelvan a andar.
Sus avances los demostró con ratas, en 2012, con monos, en 2016, y con humanos en 2018 y en 2022, cuando su equipo y él lograron que tres pacientes con parálisis vuelven a caminar con implantes eléctricos en la médula espinal.
Ahora, en un nuevo estudio publicado en Nature, Courtine y su grupo del centro NeuroRestore de la EPFL han identificado el tipo de neurona que se activa y remodela con la estimulación de la médula espinal, lo que permite a los pacientes ponerse de pie, caminar y reconstruir sus músculos.
Se ha demostrado que la mejora de la función motora se mantenía cuando se apagaba la estimulación eléctrica, lo cual sugiere que las fibras nerviosas utilizadas para caminar se reorganizan
En los trabajos de investigación previos, realizados en colaboración con la neurocirujana Jocelyne Bloch, lograron que nueve pacientes paralizados por una lesión de la médula espinal pudieran volver a caminar, con ayuda de andadores y muletas, tras introducirles implantes de estimulación eléctrica.
Estos voluntarios “se sometieron a una estimulación eléctrica epidural selectiva de la zona que controla el movimiento de las piernas pudieron y pudieron recuperar parte de la función motora”, especifican los autores, reseñan agencias internacionales.
En el nuevo estudio “hemos demostrado no solo la eficacia de esta terapia en los nueve pacientes, sino también que la mejora de la función motora se mantenía una vez finalizado el proceso de neurorrehabilitación y cuando se apagaba la estimulación eléctrica. Esto sugería que las fibras nerviosas utilizadas para caminar se habían reorganizado”, señala Courtine.
Los autores pensaron que resultaba crucial comprender exactamente cómo se produce esta reorganización neuronal para desarrollar tratamientos más eficaces y mejorar la vida del mayor número posible de personas.
VTV/MQ/CP