Industria mundial de los chips se enfrenta a un gran problema y no es la escasez

La escasez de los semiconductores hizo sonar una señal de alerta alrededor del mundo, pero este no es el único problema al que se enfrenta esta industria y es que la reciente crisis de los chips mostró la enorme importancia de estos diminutos dispositivos  altamente tecnológico en el que vivimos.

Si bien los chips son vitales para la economía, el impacto que causan en el planeta no siempre es positivo, de acuerdo con una investigación llevada a cabo por la Universidad de Harvard, la fabricación de semiconductores «representa la mayor parte de la producción de carbono de los dispositivos electrónicos en el mundo».

La fabricación de estos dispositivos utiliza enormes cantidades de energía y, si bien parte de esta energía es de fuentes renovables, la mayor parte de ella proviene de combustibles fósiles como el carbón y el gas.

La mayor parte de los chips del mundo se fabrican en Asia, siendo Taiwán un gran centro de esta industria. Esto se debe a la presencia en la isla de la empresa Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el mayor productor de semiconductores del mundo.

Un investigador de Greenpeace en Taiwán Yung-Jen Chen, que dirige el equipo corporativo climático de la organización benéfica, TSMC emite más carbono que cualquier otro fabricante de chips, donde la empresa, que fabrica semiconductores para empresas como Apple y Tesla, utiliza anualmente más electricidad que toda Taipéi.

Solo en el 2020, la compañía liberó en la atmósfera 15 millones de toneladas de carbono. En los últimos años, las emisiones de gases de efecto invernadero de TSMC han superado a las del gigante automotriz General Motors, según datos de Bloomberg.

TSMC, por ejemplo, ya ha anunciado que planea llegar a cero emisiones netas para 2050. La compañía busca alcanzar para el 2030 el objetivo de utilizar un 40% de energía renovable en su producción.

Mientras las plantas de semiconductores de Samsung, a su vez, emitieron 12,9 millones de toneladas de carbono solamente el año pasado. Si bien la compañía no ha anunciado oficialmente sus planes para llegar a cero emisiones netas, es una parte fundamental del objetivo de Corea del Sur de reducir a cero las emisiones de carbono para el 2050.

Por su parte, Intel ha destacado que en los últimos años justamente por reducir su huella de carbono. En el 2020, la compañía produjo unos 2,88 millones de toneladas de carbono. Sin embargo, un 82% de la energía que se ha consumido en la producción de semiconductores provino de fuentes verdes como la solar y la geotérmica, refiere el portal Sputnik. EL  /CP