IX Cumbre de la Celac demuestra el trabajo de unidad y diversidad política

«Honduras entrega hoy la presidencia no como un acto ceremonial, sino como un acto político, porque sostener este espacio en medio de la confrontación ha sido necesario para demostrar que seguimos trabajando por la unidad, siendo el continente de la esperanza y la diversidad cultural y política». Así lo expresó la presidenta del país centroamericano, Xiomara Castro, durante el acto de instalación de la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños(Celac). 

Castro destacó que este año se ha fortalecido la Comunidad con la realización de «16 reuniones de coordinación regionales, 12 reuniones ministeriales con alta asistencia y una cumbre virtual de emergencia por el caso de la toma de la embajada de México». Asimismo, exaltó que la Celac es una organización que «nació de un sueño, de un ideal, de una utopía de nuestros libertadores y de nuestros próceres: la integración de América Latina y el Caribe frente al colonialismo de las grandes potencias» como un sujeto histórico soberano y solidario y «no como el sujeto que nos impone el capital global».

En ese sentido, la presidenta hondureña resaltó que el «sueño de la unidad de la patria grande es hoy más urgente», ya que «el viejo orden neoliberal impuesto a nuestros países colapsa y las grandes potencias como Estados Unidos redibujan su mapa económico sin preguntarse qué pueblos quedan atrás».

La presidenta pro tempore hondureña solicitó a los presidentes de las naciones de Celac no «seguir caminando separados cuando el mundo se reorganiza sin nosotros», pero tampoco unirse «repitiendo la receta del fracaso». Agregó que el modelo neoliberal promovido por Washington, «depredador y excluyente, ha vaciado nuestra economía, ha endeudado nuestros países, concentrando el capital en pocas manos y privatizando los servicios».

Durante su intervención, Castro refirió que, a través de las presiones del imperio con medidas de guerra y arbitrarias, hoy jóvenes se han convertido en migrantes que, buscando el sueño americano, hoy son expulsados masivamente de EE.UU., y «frente a este desafío, la Celac tiene que ser respetada como zona de paz» y debe ser ratificada no como un foro, sino como «una herramienta de emancipación, de cooperación soberana, de justicia ambiental, de socialismo democrático y autodeterminación de los pueblos».

La presidenta saliente pro tempore de la Celac, condenó el bloqueo que EE.UU. impuso al pueblo cubano desde hace más de 64 años, agregando que el país caribeño: «no exporta terroristas; Cuba exporta maestros, científicos y la dignidad que demandan nuestros pueblos».

En ese sentido, reconoció los derechos del pueblo bolivariano de Venezuela por su independencia, la revolución sandinista, el clamor por la paz en la Franja de Gaza, así como también el derecho de Haití por conducir sus propios destinos sin injerencia extranjera.

VTV/DR/SB