Jefe de Estado resaltó firmeza y valentía de funcionarios durante asedio a la Embajada de Cuba hace 18 años

Tras cumplirse 18 años del asedio a la Embajada de Cuba, este domingo el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, rememoró la firmeza y valentía de aquellos funcionaros que lograron resistir el ataque fascista de la oposición golpista venezolana.

«Esos dirigentes son los mismos que hoy intentan entregar a nuestra Patria al imperialismo», así lo destacó el mandatario a través de sus distintas cuentas oficiales en las redes sociales.

Dicho asedio a la embajada de Cuba en Venezuela, se produjo el 12 de abril de 2002, durante los eventos del Golpe de Estado en el país, en el cual dirigentes de los partidos de extrema derecha y grupos que apoyaban el Golpe manifestaron violentamente frente a sede de la Embajada.

Poco antes del mediodía y siguiendo el falso rumor de que en esta embajada se encontraba refugiado el entonces vicepresidente, Diosdado Cabello, grupos violentos comenzaron a concentrarse frente a la sede diplomática, ubicada en la urbanización Chuao al este de Caracas.

Pasada algunas horas y después de destruir los vehículos que se encontraban estacionados frente a la embajada, las turbas fascistas cortaron los servicios de luz y agua de la residencia del personal diplomático, amenazando a las personas que se encontraban dentro de ésta y  violando con ello el derecho internacional.

Aquel viernes 12 de abril se inició una persecución contra todos los identificados con el “chavismo”, con represión, detenciones arbitrarias e incluso muertos por disparos de la policía que seguía órdenes de la extrema derecha. Los medios ocultaban las protestas populares que denunciaban la represión, el secuestro presidencial y el reclamo de la vuelta a la presencia del Comandante Hugo Chávez.

Entre tanto, en Miraflores arribó el empresario Pedro Carmona Estanga, anunciando la conformación de un “Gobierno Democrático de Transición” y pisoteó la Constitución Bolivariana.

Enseguida, el Gobierno de Estados Unidos y de España, así como algunos gobiernos de derecha, reconocieron al gobierno de Carmona Estanga y culparon a Chávez de lo sucedido, de los muertos en la masacre y de su derrocamiento.