Jefe de Estado reitera compromiso de brindar igualdad a personas con Síndrome de Down
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, conmemoró este martes, un año más de la declaración por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), del Día Mundial del Síndrome de Down y auspició un mundo de igualdad para las personas que sufren de esta discapacidad.
En un mensaje publicado en su cuenta de la red social Twitter, @NicolasMaduro, el jefe de Estado envió un abrazo y saludó a “estas personas que llenan la vida de amor genuino”.
El presidente Maduro aseguró que desde el Gobierno nacional, “seguiremos trabajando para garantizarles justicia e igualdad de oportunidades dentro de la sociedad y puedan desarrollarse con libertad”.
Celebramos el Día Mundial del Síndrome de Down, enviándole un abrazo y saludo a estas personas que nos llenan la vida del amor más genuino. Seguiremos trabajando para garantizarles justicia e igualdad de oportunidades dentro de la sociedad, y puedan desarrollarse con libertad. pic.twitter.com/HhCMrDdq9Y
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) March 21, 2023
NACIONES UNIDAS
Vale recordar que en diciembre de 2011, la Asamblea General designó el 21 de marzo como Día Mundial del Síndrome de Down. Con esta celebración, la ONU quiere generar una mayor conciencia pública sobre el tema y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. Asimismo, quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.
El síndrome de Down es una alteración genética causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21 que se traduce en discapacidad intelectual.
La incidencia estimada del síndrome de Down en todo el mundo, se sitúa entre uno de cada mil y uno de cada mil 100 recién nacidos.
Las personas con síndrome de Down suelen presentar más problemas de salud en general. Sin embargo, los avances sociales y médicos han conseguido mejorar su calidad de vida. A principios del siglo XX, se esperaba que los afectados vivieran menos de 10 años. Ahora, cerca del 80 % de los adultos que lo padecen superan la edad de los 50 años.
Un trabajo médico y parental en edades tempranas favorece la calidad de vida y la salud de quienes sufren este trastorno genético, al satisfacer sus necesidades sanitarias, entre las cuales, se incluyen chequeos regulares para vigilar su desarrollo físico y mental, además de una intervención oportuna, ya sea con fisioterapia, educación especial inclusiva u otros sistemas de apoyo basados en comunidades.
VTV/DB/EMPG