Cocoon 2.0: Grupo liderado por Leopoldo López para ejecutar agresiones políticas, financieras y militares

Nuevas pruebas recabadas por los organismos de inteligencia venezolanos fueron presentadas este jueves por el Gobierno del presidente de la República, Nicolás Maduro, sobre la existencia y planes de una célula criminal cuyos objetivo es desestabilizar al país en tres escenarios: político, financiero y militar.

Las revelaciones las realizó el vicepresidente sectorial para Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez, a partir de las informaciones proporcionadas por Roberto Marrero, miembro de Voluntad Popular y asistente de Juan Guaidó.

Como se recordará Marrero resultó detenido por las autoridades venezolanas por dirigir una célula terrorista cuyos planes contemplaban la ejecución de un conjunto de ataques selectivos contra líderes políticos, militares y magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), así como efectuar actos de sabotaje a los servicios públicos a través de la contratación de mercenarios colombianos y centroamericanos.

Marrero habría suministrado información sobre estos planes a los Fiscales del Ministerio Público designados en la investigación y además las pruebas se soportan en las evidencias tecnológicas obtenidas a través de su teléfono celular.

Jorge Rodríguez desde la base aérea Teófilo Méndez, en el estado Bolívar, precisó que el grupo Cocoon 2.0, que posee una estructura parecida a la de una célula terrorista o de delincuencia organizada, está liderada por Leopoldo López, alias Gavilán, y en ella participan Octavio Lara, Carlos Vecchio, Gustavo Tarre, entre otros.

La primera intención de este grupo de acción criminal buscaba el bloqueo de los procesamientos de pagos a través de tarjetas de débito y crédito.

En uno de los mensajes compartidos en el grupo a través de una mensajería celular por el «enviado» de Guaidó a la OEA, Gustavo Tarre, se puede leer: «Esto seria una hecatombe, 99% de las tarjetas de débito son Maestro, (Matercard), más del 70% de todas las transacciones son por punto de venta Mastercar/ Visa. Colapsaría el sistema de pago», escribió.

La planificación de este ataque al sistema financiero consideraba afectar solo los venezolanos y venezolanas en el país, ya que pretendían que ellos pudieran continuar usando sus tarjetas de crédito internacionales y evidentemente iniciar una feroz campaña para culpar al presidente Nicolás Maduro de esta acción.

El grupo terrorista con apoyo de gobiernos de Colombia y Estados Unidos (EE.UU.) pretendía sabotear además el Sistema de Mercado Cambiario (Dicom).

Esta acción también planificaba una afectación al Sistema Patria, a través de la cual el Ejecutivo venezolano garantiza la protección social del pueblo sin ningún tipo de intermediario, como alternativa para palear los efectos negativos contra el pueblo a raíz de las medidas unilaterales y coercitivas aplicadas por EE.UU. y sus gobiernos satélites.

Planificaron el robo de Citgo

El vicepresidente sectorial para Comunicación, Cultura y Turismo, señaló que la segunda agresión planificada por el grupo fue la apropiación ilegal de los bienes de la empresa venezolana Citgo, luego que solicitaran al gobierno de Estados Unidos la eliminación de las sanciones y la entrega de la filial de Pdvsa en el país nortemaericano a la derecha venezolana.

«Son 400 millones de dólares en efectivo que ya se están repartiendo entre Guaidó y sus dueños del norte», denunció.

FANB: el objetivo desesperado

La tercera acción criminal ideada por este grupo pasaba por usar a un grupo de soldados desertores, a los que calificó de traidores a la Patria y que fueron abandonados en Cúcuta, junto a otros oficiales que intentan “reclutar”, para colocarle otro uniforme y que leyeran una declaración.

El también ministro para la Comunicación y la Información de Venezuela, mostró mensajes de Octavio Lara en los que afirmaba: «Entiendo la propuesta de Julio (Borges) como un efecto propagandista» y añadió «una foto de un grupo con uniformes nuevos y botas nuevas sería muy efectivo».

Estas acciones buscaban quebrantar la paz social y política del país, incluso con la afectación de los servicios públicos.

“Si dejas sin luz a un país el problema no es comunicacional, es humano, de paz, de tranquilidad. Si el Gobierno de Nicolás Maduro no hubiese puesto plantas eléctricas en hospitales se habría contado por centenas los muertos”, enfatizó el vicepresidente sectorial de Comunicación.   /CP