Presidente Maduro: Camilo Cienfuegos, hombre de palabra y espíritu irreverente

Tras celebrarse el 87° aniversario del natalicio de Camilo Cienfuegos, el Héroe de Yaguajay y Señor de la Vanguardia, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó este miércoles que fue un “hombre de palabra y de espíritu irreverente, expresión viva del pueblo humilde”.

A través de su cuenta en la red social Twitter ,  el Jefe de Estado se unió a la celebración que embarga al hermano pueblo de Cuba.

Cienfuegos, nació el 6 de febrero de 1932 en La Habana, Cuba. Procedente de una familia española acomodada, desde 1954 formó parte de grupos universitarios contrarios al régimen de Batista. Fue fichado por la policía política y hubo de emigrar a Estados Unidos y luego a México, donde se integró en el grupo revolucionario que organizaba Fidel Castro.

De manera espontánea el pueblo cubano le otorgó el título de Héroe de Yaguajay, en reconocimiento a su valor.

La biografía del capitán del Ejército Rebelde, como también era conocido, cuenta que era sastre de oficio, hombre humilde de carácter jovial, buen sentido del humor y sonrisa sincera.

En su honor, en Cuba existen instituciones que llevan su nombre, así como también su imagen identifica a los billetes de 20 pesos, y le construyeron un monumento, entre otros reconocimientos.

Compañero y colaborador de Fidel Castro, acompañó a éste en el viaje del Granma, que les llevó a ambos a desembarcar en Cuba en 1956 para establecer un foco guerrillero en el este de la isla. Durante la ofensiva final contra la dictadura de Fulgencio Batista, Cienfuegos dirigió la llamada «Columna Antonio Maceo», que fue la primera unidad de los insurgentes que abandonó el refugio de Sierra Maestra. En unión con el Che Guevara, libró la decisiva batalla para tomar Santa Clara (1958), tras la cual les quedó expedito el camino hacia La Habana, donde entraron triunfantes el 2 de enero de 1959, reseña el sitio web Biografías y Vidas.

Sin embargo, Camilo Cienfuegos no pudo ver los frutos de la Revolución por la que tanto había luchado, pues murió en un accidente de aviación en aquel mismo año. Se habían requerido sus servicios para organizar las fuerzas revolucionarias de Camagüey, y el 28 de octubre de 1959, de regreso a La Habana, desapareció el avión en que viajaba, del que nunca se encontraría ningún rastro. L/M.      /CP