Mujeres que consumen anticonceptivos orales podrían desarrollar trombosis tras sufrir COVID-19

Según datos de varios hospitales europeos, entre el 30% y el 70% de los pacientes graves de COVID-19 desarrollan la denominada trombosis venosa profunda en las piernas, pues el virus daña las paredes de los vasos sanguíneos, causa problemas de coagulación y, por consiguiente, provoca trombos. Esta enfermedad aumenta los niveles de la proteína dímero-D, lo que, a su vez, afecta la coagulación.

Los médicos advierten que las personas que padecen el COVID-19 grave son más propensas a sufrir coágulos. Una predisposición genética también aumenta el riesgo de padecer trombosis, por lo que se recomienda hacer una prueba de la mutación del gen de la protrombina.

El riesgo de desarrollar trombosis también es más alto en quienes sufren de enfermedades oncológicas, obesidad, enfermedades venosas, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Las mujeres que toman anticonceptivos orales también están en la zona de riesgo, reseña el portal web de Sputnik.

El consumo excesivo de alcohol también es capaz de provocar coágulos. «El metabolismo del etanol en el organismo da lugar a la liberación del acetaldehído y el ácido acético. El acetaldehído causa la resaca que en los enfermos del COVID-19 puede causar incluso una mayor coagulación y aumentar el riesgo de trombosis», explica el infeccionista Andréi Pozdniakov al portal DoctorPiter.

Los expertos coinciden en que llevar un estilo de vida activo es fundamental para reducir el riesgo de desarrollar trombos en la sangre. También es necesario beber al menos 35 mililitros de agua al día por kilo de peso, y es que la deshidratación hace que la sangre se haga más espesa.

El consumo de tabaco también aumenta el riesgo de la aparición de trombos y causa espasmos en los vasos sanguíneos, por lo que es muy importante dejar este mal hábito.

Es necesario tratar las enfermedades que figuran entre los factores de riesgo: por ejemplo, si sufres de obesidad, trata de llevar una dieta saludable y equilibrada y si padeces enfermedades cardiovasculares, consulta a un cardiólogo.

Finalmente, podrías acudir al médico para que te prescriba medicamentos anticoagulantes, aunque deberías tener en cuenta que no son necesarios en todos los casos.

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