A 229 años del natalicio de Francisco Morazán los pueblos están llamados a seguir el espíritu rebelde y sueño integracionista bolivariano de los pueblos

«Hace 229 años nació un Gigante de nuestra América, Francisco Morazán. General de principios elevados y espíritu rebelde que se mantuvo leal al sueño integracionista bolivariano» recordó este domingo el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, a través de un mensaje en sus redes sociales.

En este sentido, expuso hace 229 años nació el hijo predilecto y prócer de Honduras, quien en vida se destacó por la lucha y el amor por la libertad.

 

José Francisco Morazán Quezada nació el 3 de octubre de 1792 en Tegucigalpa, Capitanía General de Guatemala, durante los últimos años del dominio de la colonia española, fue un militar y político hondureño que gobernó a la República Federal de Centroamérica durante el turbulento periodo de 1830 a 1839.

Saltó a la fama luego de su victoria en la Batalla de La Trinidad, el 11 de noviembre de 1827.​ Desde entonces, y hasta su derrota en Guatemala en 1840, Morazán dominó la escena política y militar de Centroamérica.

En el ámbito político, Francisco Morazán fue reconocido por los miembros de su partido como un gran pensador y visionario.

La gestión de Morazán como mandatario de la República Federal promulgó las reformas liberales, las cuales estaban dirigidas a quitar el poder a los principales miembros del partido conservador: los criollos que residían en la Nueva Guatemala de la Asunción y las órdenes regulares de la Iglesia Católica.

Las reformas incluyeron: la educación, libertad de prensa y de religión entre otras. Además limitó el poder del clero secular de la Iglesia Católica con la abolición del diezmo de parte del gobierno y la separación del Estado y la Iglesia.

Con estas reformas Morazán se ganó enemigos poderosos, y su período de gobierno estuvo marcado por amargas luchas internas entre liberales y conservadores.

Sin embargo, a través de su capacidad militar, Morazán se mantuvo firme en el poder hasta 1837, cuando la República Federal se fracturó irrevocablemente. Esto fue explotado por las órdenes regulares de la Iglesia y los líderes conservadores guatemaltecos, que se unieron bajo el liderazgo del general guatemalteco Rafael Carrera, y, con el fin de no permitir que los criollos liberales les arrebataran sus privilegios​ terminaron por dividir a Centroamérica en cinco Estados. /EL    /CP