Hace 11 años Nicolás Maduro enfrenta la violencia derechista al ganar las presidenciales
Este 14 de abril, cuando se celebran 22 años del rescate del Comandante Hugo Chávez Frías a manos del pueblo revolucionario que desalojó en abril de 2002 a los golpistas «carmonistas» de la derecha apátrida, también Venezuela celebra los once años de la victoria popular de las elecciones de 2013, con la cual Nicolás Maduro Moros llegó a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, para continuar con el proyecto de país que había sido construido por el Comandante Eterno y garantizar la paz que la violencia opositora ha intentado destruir a lo largo de 25 años de Gobierno Revolucionario.
Maduro fue presidente interino de Venezuela tras el fallecimiento del presidente Chávez, el 5 de marzo de 2013. El 14 de abril de ese mismo año se realizaron elecciones presidenciales, resultando ganador con más del 50,66 % de los votos para el periodo presidencial 2013-2019. Una vez electo, cinco días después fue juramentado como presidente de la República Bolivariana de Venezuela en la toma de asunción ante la Asamblea Nacional (AN).
El 14 de abril, el abanderado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) logró la victoria con siete millones 505 mil 338 de los votos escrutados. “Hoy podemos decir que tenemos un triunfo electoral justo, legal, constitucional, popular (…) Mañana lunes 15 (de abril) la vida y el trabajo continúan y ahora con más ahínco y amor por el gigante (Hugo Chávez) la construcción del Plan de la Patria entra en una nueva fase de aceleración y desarrollo”, dijo Maduro en la madrugada del 15, tras el triunfo del mandato popular expresado en las urnas.
Pero, tal como ocurrió con el Gobierno de Chávez, desde el inicio del mandato constitucional de Maduro, el jefe de Estado se enfrentó a sectores extremistas y terroristas de la oposición venezolana que siguen intentado desestabilizar el país y su paz social, mediante hechos de violencia, planificados y encubiertos, hechos que la prensa mediática internacional siempre ha calificado con el eufemismo de «protestas ciudadanas».
Es histórico que, inmediatamente después que el CNE dio los resultados oficiales de abril 2013, el candidato perdedor, Henrique Capriles Radosnki, desconoció su derrota y exigió «contar hasta el último voto». Pese que se realizaron las auditorías certificadas a las cuales asistían todos los partidos políticos, el CNE decidió contar todas la urnas, que finalmente ratificó sin sombra de dudas la victoria de Maduro.
Simultáneamente, el opositor iracundo llamó a «descargar la arrechera», provocando muertes de venezolanos, similares a las ocurridas en 2004, cuando la derecha pretendió desconocer el triunfo de Chávez en el referendo revocatorio. Las de 2004 dejaron 50 muertos y 193 heridos, propiciadas por el entonces alcalde de Chacao, Leopoldo López.
Las de 2013 que por cinco días fueron provocadas por Capriles ocasionaron 11 víctimas fatales, entre ellas dos niños, y más de 200 heridos, con lesiones diversas y muchos con discapacidad de por vida. Irresponsabilidad que el entonces alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, llamó «un cementerio en las espaldas de Capriles».
El llamado público de Capriles provocó una ola de violencia, quema de centros de salud de Barrio Adentro, instalaciones públicas y asesinato de venezolanos que intentaron despejar las barricadas callejeras. Incluso efectivos de seguridad del Estado que actuaron para restablecer el orden. El registro de estas acciones terroristas, quedó plasmado en un libro resumen llamado Víctimas de la “arrechera”, en el cual se detallan las consecuencias que arrojó el verdadero rostro de Henrique Capriles.
Todos estos actos se realizaron de manera planificada con lo que la oposición bautizó como «guarimbas». La dirigencia política derechista continuó afectando la estabilidad de la República, y en 2014 volvieron a insistir con la violencia asesina, que culminaron con 43 fallecidos y más de 800 personas heridas, mientras que las de 2017 dejaron 172 muertos en más de 100 días de violencia.
El mandatario nacional se mantuvo firme en su llamado a la paz, con más de mil convocatorias al diálogo alcanzando a sentar en la mesa de negociaciones a dirigentes de la derecha, e incluso del extremismo, y logró además encauzar a una parte de las diversas fracciones opositoras en el carril democrático, que ahora forman parte del Parlamento Nacional.
Ante la conducta irrespetuosa y antidemocrática de la ultraderecha, la palabra empeñada del presidente Nicolás Maduro Moros ha sido diálogo y más diálogo. Sin embargo, el bloqueo financiero, las medidas unilaterales y coercitivas se intensificaron contra la República desde el régimen imperial que gobierna a Estados Unidos (EE. UU.) y a otras naciones llamadas «occidentales».
Lucha eterna
Desde su llegada al poder, y a lo largo de 11 años de mandato popular del presidente de la República, Nicolás Maduro, la derecha antipatria provocó innumerables hechos de violencia contra la vida y tranquilidad de los venezolanos y venezolanas, en su intento por apoderarse nuevamente del poder político y retomar sus anteriores privilegios.
El presidente Maduro en todas esas ocasiones venció e impuso la paz. En las guarimbas de 2017, protagonizadas por terroristas y enemigos extranjeros, convocó a la segunda Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de la era socialista, respaldada por la gran mayoría de la población el 30 de julio de ese año, que acabó de manera milagrosa con la violencia opositora.
Más de mil llamados al diálogo ha realizado el presidente Maduro, y en todas esas ocasiones ha logrado sentar a la mesa de negociaciones a dirigentes de la variopinta, dividida y traidora oposición venezolana, que, incluso, pese a serle concedidas varias exigencias y caprichos, se negaban a firmar lo acordado o lo suscribían para luego no cumplir con lo prometido.
En los últimos años, la derecha extremista ha exigido adelanto de elecciones y entorpecían el trabajo de gobierno en forma sistemática. A la exigencia de comicios, el presidente Maduro y la Revolución Bolivariana respondían “vamos a elecciones”. El 20 de mayo de 2018 se realizan las primeras que acordaron ser adelantadas y Maduro es reelecto con más del 67 por ciento de los votos, en comicios desarrollados en clima de paz y donde obtuvo cinco millones 823 mil 728 sufragios, frente al derrotado candidato de la derecha, Henri Falcón, de Avanzada Progresista (AP), con un millón 820 mil 552 votos (21.1 por ciento).
Finalmente, Falcón, antes de conocerse los resultados oficiales, declaró que no reconocía las elecciones, emulando la conducta impropia del anterior candidato perdedor en 2013. «No se había visto nunca en la vida que un candidato desconociera los resultados, sin que los resultados se hubieran dado. Parece que no hay honor, no hay que buscar mucho de honor y de moral en filas opositoras», dijo el presidente Maduro entonces.
No obstante, el presidente Maduro llamó a los excandidatos opositores al trabajo por Venezuela. «A Henri Falcón, a Javier Bertucci (…) a todos los líderes de la oposición, llamo a que nos reunamos, nos encontremos y hablemos de Venezuela, los invito aquí y asumo la responsabilidad de este llamado».
A raíz de la victoria popular, el Gobierno de EE. UU. inició -paralelo al bloqueo económico- la campaña mediática de desprestigio contra Venezuela, y desconoció también el resultado de mayo 2018, al promover a un usurpador, Juan Guaidó, quien en enero de 2019 se auto-juramentó en una plaza pública. Después de encabezar un golpe trucho en una autopista, una invasión frustrada por la frontera de Colombia, firmar “contrato” con mercenarios estadounidense para una invasión marítima derrotada por el pueblo, y pedir sanciones con las que se apropió de recursos de los venezolanos, Guaidó terminó huyendo del país hacia EE. UU., donde vive prófugo y protegido por aquel gobierno.
El 5 de marzo de 2024, tras el acuerdo de los factores políticos de la oposición y del Bloque de la Patria, representados en la AN, que elevaron una propuesta de adelanto de comicios ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), se anunció el cronograma que regirá la elección presidencial del 28 de julio.
El jefe de Estado saludó la decisión y aplaudió la decisión del CNE a que los comicios se realicen el próximo 28 de julio, el cual se realizará con todas las garantías constitucionales que amerita y catalogó dicho dictamen como una “Palabra Sagrada”.
“Estoy seguro de que el pueblo volverá a dar su batalla y volverá a conquistar una gran victoria, que viva la democracia venezolana, que viva la unión del pueblo”, dijo.
Maduro aseguró que el ente electoral respetó las negociaciones y acuerdos firmados por el Gobierno nacional y la oposición venezolana. “Ellos tenían una cháchara de que teníamos una maniobra que íbamos a provocar, yo no sé qué conflicto mundial y que íbamos a suspender las elecciones. ¡No nos conocen, oligarcas de los apellidos, bandidos de la ultraderecha!”, expresó.
Asimismo, recordó que en el país, pese a las guarimbas, guerra económica, pandemia, sanciones y ataques, los comicios transparentes y universales no han faltado nunca y se ha hecho cumplir el cronograma Constitucional del Consejo Nacional Electoral, con el mejor sistema electoral del mundo.
Breve biografía:
- Nicolás Maduro Moros nació en Caracas el 23 de noviembre del año 1962. Cursó sus estudios secundarios en el liceo José Ávalos. Militó en la Liga Socialista. Siendo muy joven, comenzó a trabajar como conductor en el Metro de Caracas, empresa en la cual llegó a ser miembro de la Junta Directiva y se convirtió en dirigente sindical. Fundador del nuevo Sindicato del Metro de Caracas (SITRAMECA).
- Militó en el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200). Fue destacado activista por la libertad del Comandante Chávez cuando este se encontraba en prisión por su participación en la insurrección militar del año 1992. En aquellos días, solía reunirse en la clandestinidad con los colectivos sociales que apoyaban el proceso revolucionario.
- Participó de manera destacada en la Dirección Nacional del MBR-200 (1994-1997). Fundador Nacional de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT), organización de la cual fue Coordinador Nacional.
- Miembro Fundador del Movimiento Quinta República (MVR) y Coordinador del Equipo Parlamentario de este partido político entre los años 2000 y 2001.
- Coordinador del equipo parlamentario del Bloque del Cambio en la Asamblea Nacional (AN) y Diputado al Congreso de la República de Venezuela desde el 23 de enero al 15 de diciembre de 1999.
- En el antiguo Congreso de la República de Venezuela, fue jefe de fracción del Movimiento Quinta República (MVR) y miembro de diversas comisiones permanentes.
- Miembro de la Asamblea Nacional Constituyente entre agosto de 1999 y enero del año 2000; presidente de su Comisión de Participación Ciudadana e integrante de la Comisión de lo Económico y Social.
- Elegido Diputado Principal por el Distrito Federal para el quinquenio 2000-2005. Presidió la Asamblea Nacional entre enero y agosto del 2006, fecha en la cual es llamado a asumir el Ministerio de Relaciones Exteriores, cargo desde el cual impulsó, junto al Comandante Hugo Chávez, la creación y consolidación del ALBA (2001); Petrocaribe (2005); la Unasur (2008) y la CELAC (2010).
- El 10 de octubre del 2012, fue nombrado Vicepresidente Ejecutivo. El 8 de marzo del 2013, a pocos días de la desaparición física del Presidente Chávez, es nombrado, por mandato constitucional, Presidente Encargado de la República Bolivariana de Venezuela.
- El 14 de abril del 2013 fue elegido Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, convirtiéndose en el primer presidente chavista y obrero de la historia contemporánea de Venezuela.
- El 20 de mayo de 2018 fue reelecto presidente en elecciones adelantadas solicitadas por la derecha, y acordadas en mesas de negociaciones, con 5.823.728 votos (67.7 por ciento)
Fuentes:
http://www.cne.gob.ve/resultado_presidencial_2013/r/1/reg_000000.html
http://www.cne.gob.ve/ResultadosElecciones2018/
http://www.presidencia.gob.ve/Site/Web/Principal/paginas/classPresidente.php
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