Además, hizo un llamamiento explícito a los fabricantes de armas, urgiéndolos a detenerse.
En el cementerio, el pontífice también ofició la misa por los difuntos en ocasión del Día de los Muertos, que la Iglesia Católica celebra el 2 de noviembre.
Al pasear entre las tumbas de los soldados, el obispo de Roma observó que «estas personas murieron, porque fueron llamadas a defender su país, a defender valores, ideales y muchas otras veces a defender situaciones políticas tristes y lamentables».
En el cementerio militar francés, situado en la orilla derecha del Tíber, están enterrados los militares galos caídos en Italia durante la Segunda Guerra Mundial.
En 2014 estuvo en el cementerio de Redipuglia, en la región septentrional de Friul Venecia Julia, mientras en 2017 visitó el cementerio americano en la ciudad de Anzio (región de Lacio), refieren medios internacionales. EL/JML