«La patria no se vende»: Trabajadores argentinos marchan contra Javier Milei
El sindicalismo en Argentina salió a las calles a conmemorar el 1º de Mayo en un clima de conmoción social. Decenas de miles de trabajadoras y trabajadores se movilizaron en Buenos Aires con un claro mensaje opositor al Gobierno de Javier Milei: “La patria no se vende”, en protesta por la aprobación preliminar de un proyecto legislativo de una cuestionada reforma laboral y en medio de una profunda caída salarial por el ajuste fiscal que se lleva adelante desde el Ejecutivo.
La Confederación General del Trabajo (CGT) convocó a una fuerte movilización que se inscribe en un extenso plan de lucha, que culminará el 9 de mayo en la segunda huelga general contra Javier Milei, en apenas cinco meses de gobierno.
«Vamos a seguir marchando hasta que nos escuchen», fue la frase de Ramiro Hernández, trabajador metalúrgico de 35 años, que resume el mensaje del gremialismo. En medio de un caldeado clima económico montado sobre una drástica caída del salario real —y tras la aprobación en Diputados a la reforma laboral del gobierno—, el 1º de Mayo no fue un día más en la agenda de los trabajadores.
Ajuste brutal
Entre noviembre de 2023 y febrero de 2024 los salarios cayeron un 23,9 % en términos reales, de acuerdo a cifras oficiales reunidas en la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), que refleja la remuneración promedio de trabajadores formales contemplada en los aportes al Sistema Integrado Previsional (SIPA). Se trata del derrumbe cuatrimestral más drástico desde que comenzó a elaborarse el índice, en 1994.
El capítulo del poder adquisitivo no fue el único que sobrevoló durante toda la movilización: una de las banderas de lucha giró en torno a la reforma laboral contemplada en la “Ley Ómnibus” que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados durante el día anterior. La iniciativa contempla la contratación de trabajadores de manera precaria (sin vacaciones ni aguinaldo, entre otros derechos laborales) para empresas de menos de cinco empleados; el aumento del período de prueba de tres a seis meses; y la derogación de indemnizaciones agravadas para trabajadores no registrados despedidos.
Los dirigentes sindicales remarcaron el perfil opositor de la movilización.
«No puede ser que se expulse a muchas compañeras y compañeros del trabajo, y que los ingresos se vean reducidos al empobrecimiento, y que los jubilados estén mendigando. Queremos cambiar la política de este gobierno y para eso tenemos que luchar, y para eso vamos al paro general», dijo a Sputnik, el secretario general de la Unión de Personal Civil de la Nación, Andrés Rodríguez, uno de los gremios de mayor peso en la Confederación General del Trabajo.
La convocatoria trascendió las barreras del sindicalismo y congregó también a referentes políticos opositores. Uno de los presentes fue Juan Manuel Abal Medina, exjefe de Gabinete (2011-2013) de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
«El sindicalismo está muy bien. Fueron los primeros que salieron fuertemente contra este gobierno. Está encabezando todas las luchas (…). Está en el lugar que tiene que ocupar, combatiendo y defendiendo sus derechos», destacó Abal Medina en diálogo con Sputnik.
El dirigente afirmó que «hoy salimos a las calles para intentar impedir que este gobierno de derecha extrema (…) pueda avanzar sobre las conquistas laborales, como intenta hacerlo desde el primer día de su gobierno».
Fuente: Sputnik
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VTV/Ora/EMPG