Perfomance «Pier thirty one» de Luis Marín contextualiza con su arte las diferencias de las clases económicas y culturales

La performance no se ensaya, no posee guion como suele ocurrir en el teatro, es más bien un tipo de acontecimiento u obra efímera que se lleva en la memoria de los asistentes al evento. Así el registro de la obra tendrá también mucho del espectador que puede, apreciar artísticamente, en esta obra, las diferencias de las clases económicas y culturales, desde su percepción, para construir, reconstruir y elaborar reflexiones de acuerdo a lo que el performancista sugirió,  dijo o quiso decir. 
 
El arte suele revelar aspectos de la realidad que no son visibles y la mayoría de las veces la vida trascurre en un tiempo diferente, ocurre también con los tiempos históricos. Algo sobre esos intersticios, sobre los años, lo autobiográfico y el devenir se permitió expresar el escultor Luis Marín al presentar su monólogo performático, en el jardín central del Museo de Bellas Artes de Caracas. 
 
Su performance trata acerca de los contextos, las relaciones humanas, los espacios vitales de su relación con la ciudad de Londres y en  un «verse» años luego para hablarnos de los sistemas de relaciones.

/CP