La Pompeya cordobesa era el spa donde se relajaban los romanos

Hoy en día la gran mayoría conoce los beneficios de un balneario. Varios médicos y fisioterapeutas recomiendan terapias basadas en el agua a sus pacientes por los numerosos puntos positivos tanto en la relajación muscular como en la interior.
 
Sin embargo, no es ningún secreto ni tampoco ninguna novedad traída del nuevo milenio, pues en la Hispania romana (del 218 a. C. hasta principios del siglo V), la sociedad contaba con grandes actividades relajantes y tratamientos de relax que para algunos podrían ser incluso mejores que los que hay en la actualidad.
 
Concretamente, en el yacimiento arqueológico de Torreparedones, ubicado en la campiña sur cordobesa, existió un gran complejo lleno de terapias relajantes cuyo nombre concreto aún se desconoce. Lo que sí se sabe es que la ciudad romana contaba con tres balnearios y un altar descubierto en honor a la diosa de la Salud, lo que hace indicar que los romanos consideraron esa urbe como una zona ideal para la sanación, principalmente por la propiedades mineralizantes de las aguas que llegaban hasta allí.

«El conjunto de balnearios con tres termas hace pensar que era una ciudad muy especial», asegura el arqueólogo responsable de Torreparedones, José Antonio Morena López.
 
Asimismo, el altar dedicado al culto de la salud y los «exvotos» hallados indican que en el lugar se curaban enfermedades relacionadas con las piernas. Estaba construido en un lugar privilegiado en lo más alto de la campiña, lo que permitía una «visión excepcional» de la zona. De ahí que los romanos le dieran «importancia» al lugar, porque se pensaba que podría ser una «colonia». Sin embargo, tras los hallazgos de las termas, los expertos la calificaron como la «Marina d’Or» romana, un famoso complejo de residencias ubicado en la localidad castellonense de Oropesa del Mar.  CC/LC
 
Fuente: Sputnik