Esta sustancia, conocida por sus propiedades sedantes, analgésicas y anestésicas, es ampliamente utilizada en la cirugía y la medicina veterinaria.
También demostró su eficacia en el tratamiento de pacientes con trastorno bipolar y depresión. Sin embargo, usarla sin prescripción médica sigue siendo ilegal en muchos países, refiere el portal Sputnik.
La investigadora cuenta que tres de cada cuatro pacientes que padecen alcoholismo suelen volver a consumir bebidas alcohólicas dentro de seis meses después de dejar de beber, pero el 87% de los participantes del reciente experimento se abstuvo por completo del alcohol por entre 162 y 180 días durante el período de seguimiento, algo que Morgan calificó de un «gran avance».
Ahora el equipo tiene previsto llevar a cabo un estudio a gran escala para comprobar la eficacia del tratamiento.
Las opiniones expresadas por los expertos en este artículo se comparten únicamente con fines educativos e informativos, y no pretenden servir como diagnóstico o tratamiento médico. EL/JML