Precursores lentos y silenciosos: ¿el origen de devastadores terremotos en México?
Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha descubierto que existe una interacción preponderante entre los sismos lentos y silenciosos en los últimos cuatro terremotos fuertes que ocurrieron en México, reseña Sputnik.
«Hemos visto que los últimos cuatro terremotos, uno en Guerrero y los últimos tres en Guajaca de este tipo, bajo la costa, fueron precedidos por la ocurrencia de un sismo lento. Eso sugiere que sí hay una interacción, una relación causal, entre un sismo lento y un sismo fuerte», señaló el investigador del Instituto de Geofísica (IGF) de la UNAM, Víctor Manuel Cruz Atienza.
El estudio publicado en Nature Communications detectó que el desencadenamiento de fuertes terremotos puede ser la causa de una acumulación de tensión que se produce a raíz de la deformación en zonas acopladas en la interfaz de las placas tectónicas. Estas son capaces de desestabilizar la interfaz ocasionando terremotos de gran magnitud.
Los investigadores aclararon que no todos los sismos lentos provocan terremotos fuertes necesariamente, aunque es probable que estén relacionados cuando ocurre una cadena de eventos sísmicos a escala regional como sucedió en México.
«Demostramos que efectivamente la ruptura del sismo del 16 de febrero del 2018 (…) fue producida por los efectos, la perturbación producida por un sismo lento que estaba ocurriendo justo al noreste, muy cerca del hipocentro del terremoto. Parece que es una condición necesaria, pero no suficiente, la ocurrencia de un sismo lento para que acontezca un sismo devastador», concluyó. /JML
