Elevan propuesta para simplificar el análisis de las ondas gravitacionales

Reformular más de 50 años de estudio de uno de los campos más prometedores de la astrofísica: las ondas gravitacionales, es lo que propone un trabajo liderado por Juan Calderón Bustillo, investigador del Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (IGFAE, centro mixto de la Universidade de Santiago de Compostela y la Xunta de Galicia).

Junto a otros científicos de la Universidad de Valencia y la Universidad China de Hong Kong, publicó un artículo en la revista Physical Review X, en el que planteó una propuesta para simplificar los complejos cálculos necesarios para obtener información de estos eventos astrofísicos.

La ondas gravitacionales son ondulaciones en el tejido espacio temporal que viajan a la velocidad de la luz, y que se producen a consecuencia de los eventos más violentos del universo, como las fusiones de agujeros negros o las explosiones de estrellas (supernovas). Fueron predichas por Albert Einstein hace más de 100 años, pero no se observaron directamente hasta el año 2015, cuando lo consiguieron los experimentos LIGO y Virgo.

Estos eventos se miden con una combinación de dos herramientas: se usan los datos recopilados por estos grandes detectores y, a continuación, se comparan con las plantillas o modelos teóricos que describen las ondas esperadas para cada posible fuente de estas ondas, las cuales se pueden simular con superordenadores. En esencia, todo funciona como una de esas aplicaciones que pueden adivinar qué canción estamos escuchando al activar el micrófono del teléfono móvil.

“Un problema de todo este proceso es que la mayoría de las simulaciones que se realizan no son capaces de darnos directamente el ‘temblor’ del espacio-tiempo que leen los detectores. En su lugar, nos dan algo equivalente a su aceleración, lo que obliga a los científicos a hacer dos integrales de las simulaciones”, explica Calderón, investigador La Caixa Junior Leader, Marie Curie Fellow y que también acaba de obtener una beca Ramón y Cajal de la Agencia Estatal de Investigación.

Por su parte, otro de los coautores, Isaac Wong, de la Universidad China de Hong Kong, puntualizó: “Si bien la operación de realizar integrales puede parecer sencilla, puede producir errores que solo sabemos controlar para casos relativamente simples, como las fusiones de agujeros negros en órbitas circulares que LIGO y Virgo han venido detectando hasta ahora”.

Fuente: Medios internacionales

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