¿Qué puede hacer para mejorar su microbiota intestinal?

La ingeniera química española, Marta León, quien se especializa en alimentación, compartió una serie de hábitos para mejorar la microbiota intestinal, además de exponer las diferencias existentes en este ámbito entre personas que habitan zonas rurales y aquellas que viven en urbanizaciones, lo cual revela el impacto del estilo de vida en dicho microcosmo del cuerpo humano.

Entre sus sugerencias, incluye seguir una alimentación natural y de temporada, tener mascota, realizar ejercicio, bañarse en el mar, pasar largos períodos de tiempo al aire libre, ingesta diaria de alimentos fermentados (kimchi, kombucha, miso, tempe, encurtidos, etc.), disminución de azúcares o de carbohidratos en la dieta, aumento de proteínas o de grasas saludables en la dieta, así como de fibra natural (verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y semillas), meditar, entre otras.

«Se ha visto que las tribus que viven en zonas selváticas tienen una microbiota más diversa que las personas urbanas. Cuanto mejor sea nuestro ambiente, no sólo nuestra alimentación, también será mejor la salud de nuestra microbiota», argumentó. «Al final, la microbiota se nutre de lo que comemos y del ambiente en el que estamos. Cuando hablamos de microbiota rural, son personas que se encuentran en el entorno natural y menos contaminado, que es el que más ayuda a la microbiota», explicó.

No obstante, detalló que las personas que trabajan la tierra en general, como un huerto, comparten microbiota con aquellas personas de zonas rurales. Además, detalló que las diferencias en la microbiota de urbanitas incluyen la pérdida de biodiversidad, además de la desaparición de funciones simbióticas originales.

Igualmente, León argumentó que en los entornos urbanos, contaminados y con alta presencia de disruptores endocrinos, los microorganismos fallecen en grandes cantidades. «Luego, además, tenemos una higiene excesiva con geles hidroalcohólicos, por ejemplo, y que matan todo; aparte de que todo lo que comemos viene envasado en plásticos, y vivimos sin animales en entornos urbanos donde, por ejemplo, no pasan pájaros, y estamos todo el tiempo respirando un aire que no es el más puro y todo esto influye en la microbiota», agregó.

Fuente: Infosalus

VTV/DC/DS